¿Qué especies y variedades forrajeras utilizar?
En un seminario realizado recientemente en Osorno, Francisco Salazar, director regional de INIA, recalcó la conveniencia de continuar con el trabajo de mejoramiento genético de forrajeras, señalando que “el INIA, a lo largo de su historia, ha demostrado que para el país, aunque sea un proceso largo y costoso, es realmente estratégico, positivo y rentable crear sus propias variedades”. Añadió que “considerando los resultados obtenidos en arroz, papa, cereales y uva de mesa, creemos que los programas de mejoramiento genético de ballica perenne y trébol blanco, se justifican plenamente”.
Información para la correcta toma de decisiones, en relación a qué especies y variedades forrajeras utilizar para la producción de leche y carne en el sur de Chile, presentaron los investigadores de INIA, Alfredo Torres, Fernando Ortega y Cristian Moscoso, durante el seminario final del proyecto denominado: “Mejoramiento de la competitividad del sector lácteo en el sur de Chile, mediante la búsqueda de germoplasma forrajero para épocas criticas, financiado por InnovaChile de Corfo y ejecutado por el INIA, con el apoyo del Consorcio Lechero, Aproleche Osorno y los empresarios Dieter Konow, Augusto Willer, Ricardo Michaelis y Juan Carlos Klocker.
En la oportunidad, el Seremi de Agricultura de la Región de Los Lagos, Rodrigo Mardones, sostuvo que “para mejorar la rentabilidad de la producción lechera y la ganadería nacional, es fundamental que los productores cuenten con información objetiva e independiente sobre el comportamiento de las diferentes especies y variedades forrajeras”.
Lo mismo fue reafirmado por el director regional de INIA, Francisco Salazar; el director regional de CORFO, Rodrigo Carrasco y el gerente general del Consorcio Lechero, Sebastián Gánderats, quienes hicieron uso de la palabra al inicio de esta actividad, que contó con la asistencia de dirigentes gremiales, agricultores, profesionales, técnicos, asesores, representantes de empresas de semillas, insumos y de servicios ligadas a la actividad agropecuaria, además de estudiantes y medios de comunicación.
Rodrigo Carrasco, director regional de CORFO, destacó el trabajo del INIA en temas ligados a la innovación. “El presidente Sebastián Piñera decretó que el Año 2013 sea el Año de la Innovación, por eso como CORFO estamos muy contentos de apoyar iniciativas como éstas, llevadas a cabo por instituciones como el INIA que están generando propuestas que mejoran la competitividad y agregan valor a la actividad agrícola y ganadera del país”.
Sebastián Gánderats, gerente general del Consorcio Lechero, reafirmó la importancia de los resultados obtenidos en este proyecto, puntualizando que “como representantes de la cadena láctea nacional, nos interesa que los productores lecheros tengan a su disposición la mejor información posible para que puedan tomar buenas decisiones”.
Resultados
Al dar a conocer los resultados obtenidos luego de 3 años de estudios, el investigador jefe del proyecto, Alfredo Torres, subrayó que “hay muchas conclusiones interesantes de este trabajo, como por ejemplo, que no siempre la ballica perenne es la mejor opción a la hora de elegir una especie forrajera en las diferentes zonas agroclimáticas del sur de Chile”.
El especialista en praderas y cultivos forrajeros de INIA Remehue indicó que, de acuerdo a los resultados del proyecto, “se concluyó que hay especies como pasto ovillo, bromo, festulolium y festuca, que muestran una mayor producción de verano -en algunos casos más del doble- y un mejor grado de resistencia a algunas plagas, por eso nuestro mensaje a los agricultores es que no sólo piensen en ballicas cuando diseñen sus sistemas productivos”.
Al respecto, señaló que “en los ensayos realizados en Pelchuquin, en las cercanías de San José de la Mariquina, que es la localidad que presenta un mayor déficit hídrico de los 5 predios evaluados, el bromo logró más que el doble del rendimiento de verano que el que se obtuvo con ballica perenne”. En esta localidad, caracterizada por los veranos secos, el bromo obtuvo 7 toneladas de materia seca por hectárea, el pasto ovillo 6, la festuca 5 y festulolium 4,5, mientras que la ballica perenne sólo logró 3 toneladas de materia seca por hectárea entre diciembre y marzo.