Finaliza programa de difusión en Lupino Amargo
Con seminario y masiva audiencia
Con el seminario “Lupino amargo: la agricultura campesina puede hacerlo mejor”, que congregó a más de un centenar de agricultores y profesionales en el centro cultural de Nueva Imperial, se dio por finalizado el programa “Difusión del manejo agronómico apropiado para la masificación de material genético mejorado de lupino amargo”. La iniciativa fue ejecutada por INIA Carillanca entre los años 2011 y 2013, co financiada por Corfo y con el apoyo de CEGE Araucanía.
El seminario permitió mostrar una panorámica completa de los resultados del programa de difusión, cuyo objetivo fue aumentar la competitividad de los agricultores productores de lupino amargo. En los últimos años se han exportado entre 15 y 20 mil toneladas anuales de grano, que provienen de 7 a 11 mil hectáreas anuales, prácticamente la totalidad en La Araucanía y en manos de la agricultura familiar campesina (AFC). La temporada agrícola recién pasada (2012-13) se estima que se sembraron un poco más de 9 mil hectáreas de lupino amargo, con un rendimiento probable de sólo 14 quintales por hectárea. Para Mario Mera, director del programa finalizado y coordinador del seminario, la AFC puede hacerlo mejor, ya que con una inversión productiva modesta optarían a 30 quintales por hectárea o más. “En este norte se trabajó con la Cooperativa Boroa y sus agricultores, quienes han podido ampliar sus conocimientos y, paralelamente, extender lo aprendido hacia otros productores de grano de lupino amargo pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina. El trabajo con esta cooperativa ha sido fundamental, ya que ellos pueden demostrarle a los agricultores campesinos no agrupados que la asociatividad es el camino para disponer de la maquinaria agrícola indispensable para realizar las labores que requiere un buen cultivo”, dijo.
Gracias a este programa, liderado por INIA, simultáneamente se pretende incrementar la disponibilidad de semilla del único material genéticamente mejorado de lupino amargo, la variedad Boroa INIA. Para cumplir el cometido se establecieron 10 hectáreas de semilleros la temporada 2011-2012 y, 40 hectáreas la temporada 2012-13, para obtener un estimado de 100 toneladas de semilla e iniciar así una rápida masificación de material genético mejorado.
Temáticas abordadas.
Durante el seminario, Mario Mera habló cobre el cultivo del lupino amargo y los resultados relevantes del programa, Nelson Espinoza sobre control de malezas; Angélica Soriano de Cege profundizó en la gestión de comercialización de esta leguminosa. Se finalizó con la intervención de Benito Millalen, Pedro Quintulen y Osvaldo Burgos, socios de Boroa, quienes contaron su experiencia.
Se insistió a los agricultores usar semilla de calidad, siempre limpia, sin granos partidos, sin manchas y con buen calibre. También mejorar la preparación del suelo para permitir el buen establecimiento del cultivo, y usar un herbicida de preemergencia después de la siembra. Es muy importante la rotación de cultivos, no repetir lupino sobre lupino, aunque el precio sea favorable, rotar en orden: avena-lupino-trigo; lupino antes de trigo, porque beneficia el suelo con nitrógeno.
Los resultados del programa permitieron difundir de manera detallada cada uno de los antecedentes descritos anteriormente, a través de días de campo, talleres, cartillas técnicas, artículos de prensa y en revistas divulgativas, lo que permitió masificar la información sobre el lupino amargo. El desafío para la región y sus productores de lupino amargo, es avanzar en la producción y comercialización de esta leguminosa, particularmente ahora que el precio de exportación está bajo. La única forma es mejorando los rendimientos, la calidad y la gestión comercial.