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Pequeños Agricultores de Ránquil Conocieron Ventajas de Producir Arándanos Orgánicos en Día de Campo INIA Quilamapu

“Producir arándanos orgánicos es una muy buena opción para los pequeños productores del sector. Son una alternativa distinta a los cereales o leguminosas que, a pesar de que (los productores) conocen bien, no les entregan un retorno económico mejor como sí lo hace el arándano”, señaló la investigadora de INIA Quilamapu, Cecilia Céspedes, en el marco del Día de Campo “Producción Orgánica de Arándanos en el Secano Interior”, realizado al interior de la Comuna de Ránquil en la provincia de Ñuble.

La profesional fue una de las tres expositoras que junto a los también investigadores de INIA Quilamapu, Carlos Ruiz y Vilma Carrasco, estuvieron presentes en la actividad realizada el martes 19 de noviembre con asistencia de 40 productores de Ránquil y del Alcalde, Carlos Garrido.

La Investigadora Céspedes, especialista en cultivos orgánicos, indicó que el día de campo tuvo por objetivo incentivar a los agricultores a realizar actividades agrícolas alternativas a las habituales del secano interior. Resaltó el cultivo de arándanos orgánicos ya que “se trata de especies bastantes rústicas que se adaptan a distintas condiciones, a pesar de los suelos de mala calidad que hay acá. El sistema orgánico es la base para mejorar el suelo con lo que ese tema estaría resuelto”, explicó.

“Desde una mirada orgánica, para pequeños agricultores los arándanos son una opción muy factible, porque lo que estamos recomendando es plantar media hectárea, con lo que desaparecen los problemas de mano de obra al momento de la cosecha que sí es un problema severo para medianos y grandes productores”, agregó la ingeniero agrónomo. “En media hectárea, es la misma familia del productor la que se hace cargo. Por ejemplo, si ellos ponen distintas variedades que tengan distintas épocas de cosecha, pueden ir alternando los trabajos ya que no toda la producción sale junta”.

Cecilia Céspedes aclaró que el sistema no está contemplado para la exportación, sino para que puedan vender su producción en períodos largos y para distintos objetivos como, por ejemplo, fruta fresca, fruta seca (aprendiendo a secar la fruta), mermeladas, procesados para pasteles, entre otros. Añadió que la exportación está más ligada a juntar más volumen, lo que también podría llegar asociándose con otros productores orgánicos, pero cuando ya han internalizado los cuidados del cultivo y son capaces de generar una producción homogénea.

Costos de establecimiento

Para dejar operativo una plantación de media hectárea de arándanos orgánicos, el investigador Carlos Ruiz sostuvo que los costos de establecimiento en el secano interior, considerando las plantas, riego con goteo y fuente de agua cercana, bordean los 3 millones de pesos. Advirtió que los ingresos, que empiezan a expresarse al cuarto año, se advierten promisorios y muy superiores a los cultivos clásicos.

Ruiz agregó que estas alternativas productivas son económicamente viables en la medida que se mantenga una cierta disciplina de los productores y cuidados en los costos. “Un descuido en eso, incidiría en que no se llegara a los resultados que nosotros queremos. Si los productores son ordenados y siguen las recomendaciones que INIA les entrega, está todo dado para que sigamos trabajando en el secano interior con arándanos orgánicos”.

Por otro lado, el profesional resaltó las potencialidades que genera el clima mediterráneo en el secano interior para la fruticultura, aspecto que también fue ratificado por el alcalde de Ránquil, Carlos Garrido, frente a los productores asistentes.

En el proceso de establecimiento de este cultivo orgánico, el día de campo también consideró una muestra de producción de compost. Para ello, la investigadora Vilma Carrasco describió el proceso de elaboración, utilizando residuos orgánicos presentes en los campos, frente a la mirada atenta de los productores.

 

La voz de las Productoras

Lucía Torres, sorprendida con las plantas de arándanos.

Lucía Torres, sorprendida con las plantas de arándanos.

Lucía Torres del sector Cerro Verde de Ránquil se mostró sorprendida ya que “yo nunca había visto una plantación de arándanos. Si tuviera agua disponible me gustaría plantar, pero por ahora tenemos esa limitante”. También rescató lo aprendido en la generación de compost sobre todo porque le permite utilizar residuos que antes eran sólo estorbos.

Eustaquia Peñailillo: “Los arándanos orgánicos se ven interesantes para nosotros”.

Eustaquia Peñailillo: “Los arándanos orgánicos se ven interesantes para nosotros”.

Similar fue la opinión de la pequeña productora Eustaquia Peñailillo: “yo sólo conocía los frutos del arándano, pero no las plantas y me impresionó verlas tan macolladas” agregando que se ve una alternativa muy interesante. En cuanto al compost, aprendió a diferenciarlo del humus de lombriz que es lo que ella genera en su casa, manifestando que también lo generará para fortalecer sus cultivos.

Isabel Badilla: “Me gustó todo, en especial el compost”.

Isabel Badilla: “Me gustó todo, en especial el compost”.

Finalmente, Isabel Badilla del sector La Raya se mostró feliz: “A mí me gustó todo. El compost no lo conocía. Ahora aprendí y voy a hacerlo porque me sirve para mi huerta y mi invernadero, porque mejora la calidad del suelo. Los arándanos los conocía y me gustaría tener una plantación, pero no tengo terreno. Ahora, si llegara a tener algún día, plantaría de todas maneras”.

Este día de campo se realizó en el marco de un proyecto INIA – Universidad del Bío Bío, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Interuniversitaria (AECI) en conjunto con la Universidad de Almería, España.