INIA Carillanca celebra el We Tripantu o Año Nuevo mapuche
En emotiva ceremonia
En INIA Carillanca se llevó a cabo la celebración del WeTripantu o año nuevo Mapuche, importante ceremonia religiosa de este pueblo y que establece un cambio en el ciclo de vida, cuya señal clara es el solsticio de invierno; es a la vez una renovación de las energías y de la naturaleza que da un nuevo inicio a la vida con la vuelta del Sol. La actividad fue liderada por el investigador Adrián Catrileo, y contó con la participación de directivos y funcionarios de INIA, quienes de manera respetuosa siguieron las rogativas de la Machi ante el árbol sagrado (canelo), acompañando los bailes (Choique purrún) y la melodía del Kultrun, trutrucas y cascaguillas.
“Es conveniente resaltar que al cumplirse 50 años de INIA y después de casi 40 años, este centro de investigación retoma esta celebración, propia de La Araucanía y la cual debiera mantenerse en el tiempo con más fuerza (Newen) cada 24 de junio. La participación a esta fiesta fue muy numerosa y entusiasta”, acotó Catrileo.
Rehue instalado en INIA Carillanca.
Cabe indicar que la celebración del WeTripantu obedece al inicio del Wetxípanantü o Nueva salida del Sol o vuelta del sol. Dicho fenómeno está determinado por la luna, pues los antepasados observaban la fase menguante de ésta reconociendo el WeTripantu: «ragiñkülewechiküyenmew, feywiñotuytripanantüpigekefuy», que más o menos significa: con las fases de la luna se cuenta un recorrido del sol. De acuerdo a esta lógica se da inicio a la celebración del WeTripantu, cuyo contenido no obedece a una simple celebración. Tiene toda una explicación profunda y filosófica que forma parte de la religiosidad mapuche.
Según historiadores, la llegada del WeTripantu se transforma en una espera muy importante. Las familias y comunidades realizan diversas ceremonias de gran significado religioso. En la madrugada del WeTripantu toda la familia: ancianos, jóvenes y niños se levantan temprano y van al estero a bañarse. Junto a ello se realiza una ceremonia de rogativa individual. Además, la familia se dispone en esa ocasión a celebrar el Bakutun, ceremonia donde participan todos los familiares de ambas partes. Esto consiste en que la niña recibe a una segunda madre que a la vez hace de tocaya (Baku) y se le hace entrega de la vestimenta de la mujer mapuche, junto con los aros, pues es la tocaya (en este caso) la que realiza la ceremonia de perforar las orejas (Katanpilun), para que la niña comience a usar los aros.
Este es un día de celebración y alegría, donde los familiares se visitan y pueden compartir comidas, mote, sopaipillas, catutos y el infaltable muday (bebida de trigo o maíz) que acompaña a toda ceremonia y rogativa.
“Lo positivo de esta ceremonia es que pudimos conocer algo más de la cultura mapuche y celebrar junto a los trabajadores de una ceremonia trascendente en La Araucanía y que para quienes tienen ascendencia mapuche, es muy valiosa y significativa. Lo rescatable es que fuimos capaces de organizarnos y compartir de manera unida, solidaria, y ojalá esto se mantenga en el tiempo”, acotó finalmente Patricia Navarro, Directora (I) de INIA Carillanca.
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