Productores de Colun destacan aporte de INIA
En la última edición de la Revista Agrocontacto Ernesto Montero y sus hijos Francisco y Jorge, socios del GTT INIA-COLUN cuentan su historia y resaltan el apoyo que están recibiendo por parte del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la cooperativa COLUN. A continuación transcribimos en forma íntegra este reportaje.
Con 4 años trabajando juntos y como miembros activos del Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT) INIA – COLUN, los hermanos Francisco y Jorge Montero son parte de una nueva “camada” de productores lecheros. Jóvenes, entusiastas, con ganas de mejorar, innovar y progresar.
Para conocer en más detalle sus avances nos reunimos en las oficinas centrales de la COLUN, ubicadas en pleno centro de la ciudad de La Unión. Desde ahí nos trasladamos a Los Lagos, al fundo Lo Videla, que forma parte de la empresa desde hace 9 años. En un principio este predio ubicado en el sector de Folilco, estuvo destinado a la siembra de remolacha y trigo y luego a la crianza del predio El Campeón, que es la otra explotación con la que cuenta la empresa.
En Lo Videla recién en noviembre del 2012 se empezó a ordeñar 90 vacas. “Hoy tiene una lechería y un patio de alimentación recién construido y buenas praderas en esta época (estábamos a un día de que comience oficialmente el invierno)”, dice Francisco Montero a través del teléfono, antes de que nos reunamos para hacer la entrevista.
A la hora acordada aparecen los 2 hermanos Montero en la camioneta que nos llevaría hasta el predio. Inmediatamente comienzan a repasar la historia.
“En el año 1976 nuestro papá, Ernesto Montero, adquirió una parcela de 34 hectáreas en La Unión”, partió relatando, Francisco, el hermano mayor. “En el año 1987 compró una parcela continua y luego otra a principios de los 90 conformando el predio El Campeón de 86 hectáreas propias y ahora hay 2 arriendos de 30 y 34 hectáreas, que suman 150 hectáreas totales”, continúa Francisco, dejando claro que él se integró al trabajo en el año 2000.
En el año 2005 se sumó el fundo Lo Videla, ubicado en la comuna de Los Lagos. En el año 2010, luego de ejercer como profesional en el área acuícola y después de formar una empresa de prestación de servicios agrícolas, se incorpora Jorge al equipo. Con ello deciden formar la sociedad Agrícola Monterra, en la que participan los 2 hermanos y el papá.
“Jorge ve la parte de administración y finanzas, yo me encargo de la parte productiva de praderas y manejo del rebaño y mi padre nos apoya en todo, a la cabeza de la empresa”, explica Francisco.
Jorge añade que “actualmente la empresa maneja 2 unidades productivas: El Campeón, de 150 hectáreas, y Lo Videla, de 120 hectáreas, en las mantenemos una masa total de 330 vacas, con producciones promedio de más de 7.000 litros por lactancia, según en Control Oficial de Cooprinsem. Esto en 185 hectáreas, ya que hay una parte de superficie improductiva y 46 hectáreas que destinamos a la crianza.
Evolución
Al explicar los avances Francisco Montero indicó que “nos hemos enfocado mucho en el mejoramiento y manejo de praderas. La prioridad es producir pasto, haciendo mediciones constantes de la producción, para estimar el consumo y mejorar la eficiencia de utilización. La idea es que las vacas tengan buena disponibilidad y calidad de forraje y además buscamos aprovechar al máximo este recurso, que es el más barato para producir leche y luego de eso recién vemos qué suplementos vamos necesitar”.
En Lo Videla, en el otoño pasado se regeneraron 44 hectáreas con ballica perenne (cv. Banquet II y Expo) con una dosis de 30 kg/ha de semilla, 600 kg/ha de mezcla 0-23-17 y 80 kg/ha de urea. El predio El Campeón, en tanto, tenemos un 100% de ballicas perennes (cv. Banquet II y Expo).
Como fertilización de mantención en Otoño se realizan 3 aplicaciones de 70 kg/ha de urea. Se aplica una mezcla comercial (0-23-17) en 2 aplicaciones de 300 kg/ha (0-138 kg P2O5 y 102 kg de K2O)
En Primavera se realizan 4 aplicaciones de 70 kg/ha de urea. Además se van a aplicar 200 kg/ha de una mezcla a definir. También se quieren aplicar 2.000 kg/ha de cal.
Adicionalmente se aplican purines durante todo el año. Preferentemente se hace una aplicación previa a la regeneración de primavera.
En cuanto al manejo del pastoreo, los animales se manejan con un pastoreo rotativo en franja diaria con un intervalo de pastoreo de acuerdo a la época del año, quedando una rotación de la siguiente forma: primavera (12 días), Otoño (20 días), Invierno (35 días), Verano (15 días). Además se controlan las disponibilidades de entrada y residuos de salida con el pesaje de marcos. Se lleva un registro de los pastoreo por potrero.
Para conservación de forrajes, se realizan 2 cortes en las superficies arrendadas (60 hectáreas) de silo parva. Además se utilizaron 5 hectáreas para silo en bolos.
En la superficie propia se realizaron alrededor de 40 hectáreas (1° corte el 20 de octubre y el 2° corte el día 10 de diciembre) para la confección de ensilaje de pradera y en Lo Videla se destinaron 14 hectáreas a esta labor. Además se hicieron 150 bolos de pasto seco en los arriendos y se compraron 1.500 fardos de paja de avena y 1.500 fardos de heno.
“También se hace ensilaje de maíz. En la última temporada se utilizó el hibrido 30218 y Tuniche 90, los cuales obtuvieron un rendimiento aproximado de 17 ton MS/ha cosechado el día 20 de Abril”, indica.
“En cuanto a la rotación de los cultivos, después del maíz se realiza un cultivo de avena. Después del tritricale también se establece una avena para pastorear y después del cultivo de nabo se establece una pradera perenne”.
Para Francisco, la clave de los mejores resultados obtenidos en el último tiempo ha sido que “tomamos la decisión de ajustarnos a la situación actual del mercado. Redujimos la cantidad de concentrado y hemos mejorado la utilización de la pradera, lo que nos ha dado mejores dividendos económicos, aunque la producción total de leche haya caído. Hoy estamos produciendo menos leche, pero de mejor calidad y hemos mejorado los márgenes de rentabilidad, lo que nos ha permitido realizar inversiones como la nueva sala de ordeña de Lo Videla.
Jorge enfatiza que “lo primero que hicimos para llegar a esta decisión fue levantar información para llevar una planificación anual de los costos de producción y las posibles inversiones. Esto nos ha ayudado a tener una visión global, para enfocar los recursos de mejor manera, buscando siempre una mayor rentabilidad y utilidad en el negocio”.
“Nos dimos cuenta que el costo del concentrado estaba muy alto y que hacíamos compras de fertilizantes en momentos inadecuados. Hoy compramos todos los fertilizantes a comienzos de año, buscando las mejores ofertas y nos programamos y redujimos los costos de concentrados, lo que va de la mano con la asesoría agronómica externa de Agropasto”, puntualiza Jorge.
Francisco agrega que “con ellos hacemos cada 15 días mediciones de praderas y vemos crecimiento y disponibilidad y ajustamos la ración y vemos qué concentrado necesitamos, de acuerdo a las necesidades. Hoy estamos con una base 4,5 kilos de concentrado para todo el año”.
“Lo otro es que hemos ido cambiando la raza, haciendo hibridaje con Monbeliarde, para buscar una vaca más longeva, rústica, que nos mejore la crianza y al tener una base Holstein americano y canadiense, estamos también buscando más sólidos”, expuso Francisco.
“Asimismo, estamos evaluando qué vamos a hacer con la crianza de los machos. Ese es otro tema que nos preocupa por su rentabilidad. Hoy tenemos un sistema de mediaría y estamos dejando muy poco en el predio”, insiste Francisco.
GTT
Para ambos hijos, otro gran aporte en el progreso que han experimentado sus predios ha sido el GTT. “Mi papá estuvo en un GTT y conocíamos la metodología, por eso nos motivamos a ingresar al GTT INIA-COLUN, que se formó el año 2010”, dijeron.
“La metodología es muy buena porque se visitan los predios de cada socio y allí se produce un traspaso muy importante de información y experiencia. Nuestro grupo es muy técnico y hay mucha confianza entre nosotros porque somos amigos, nos conocíamos antes de formar el grupo y eso no ha ayudado mucho”, afirma Jorge.
Francisco, por su parte expone que “el GTT nos ha permitido conocer otras experiencias y tener charlas de profesionales especializados en distintos temas de interés del grupo y realizar viajes tanto en Chile como en el extranjero, por eso estamos muy agradecidos por el apoyo que nos ha dado el INIA y la COLUN”.
“En estos años hemos visto y avanzado en variados temas como el mejoramiento y manejo de praderas, nutrición, crianza, reposición, gestión, fertilización, manejo de purines y energías renovables, todos temas de gran interés para nuestra actividad. También hemos hecho giras a Córdoba, Rosario, Santa Fé, en la cuenca lechera de Argentina, visitando predios lecheros, plantas, centros inseminación e institutos de investigación como el INTA, lo que ha sido de mucha utilidad para todos nosotros”, indica Francisco.
Agrega que “el aporte del INIA es crucial, porque siempre es muy importante tener información imparcial, de quienes hacen investigación. Así uno toma decisiones informadas, en base a conocimiento e información objetiva y veraz, obteniendo un gran respaldo técnico que lo da el INIA”.
Para don Ernesto Montero, quien se incorporó a la entrevista en el predio Lo Videla “es un tremendo orgullo que nuestros hijos estén trabajando junto a nosotros. Con mi esposa Alicia, quien ha sido muy importante en todo nuestro desarrollo, siempre pensamos que lo que estábamos haciendo tenía que proyectarse. Así le fuimos enseñando a los hijos, hasta que finalmente los hemos invitado a incorporarse, pensando en el futuro. Algún día no estaremos y queremos que ellos continúen”, dice.
“En un principio le inculcamos el amor al campo y así se fueron dando las cosas. Hoy también le estamos enseñando eso a los nietos”, afirma, con un dejo de nostalgia.
Agrega que “si esto es un logro, nos sentimos orgullosos y contentos de haber alcanzado el objetivo, manteniendo la familia reunida, cercana y trabajando por un mismo futuro. Eso no siempre se logra y por eso estamos felices”.
Además, destaca que “todos los logros han sido parte y consecuencia del trabajo y el aporte de todos nuestros colaboradores. Ellos llevan muchos años con nosotros y también han avanzado, teniendo estabilidad laboral y siendo parte importante de nuestro equipo”.
A su juicio “también es muy relevante resaltar que somos cooperados de COLUN, ya que la cooperativa nos da un gran respaldo y nos permite proyectarnos a largo plazo”, expresa don Ernesto, a lo que su hijo Jorge añade que “como familia, nos sentimos orgullosos y comprometidos con la COLUN. Es hermoso ser parte de una empresa exitosa, que hoy es la mayor industria lechera chilena, número uno en recepción láctea, con mucho prestigio y que mantiene una excelente relación con sus cooperados, por eso uno como productor defiende la marca, porque somos parte de COLUN”.