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Agua “caída del cielo” abastece riego de hortalizas de invernaderos en el Maule

Proyecto INIA promueve disponibilidad y eficiencia hídrica para la producción hortícola junto con rentabilidad social y económica en las regiones del Maule y O’Higgins.

Villa Alegre, 18 agosto. En un poco más de dos años 124 agricultoras y agricultores del Maule ya pueden explicar los beneficios de almacenar agua de lluvia para regar sus cultivos. Es que tras casi 5 años de sequía, la posibilidad de tener hortalizas en sus casas, ubicados en apartados sectores rurales,  era prácticamente imposible. Eso hasta que comenzaron a participar del proyecto de “Colecta de Aguas Lluvias” del INIA.

En la Región del Maule, la experiencia comenzó en forma piloto en 2012, cuando INIA buscó cuatro productoras, principalmente del secano costero del Maule, que estuvieran dispuestas a sumarse a este proyecto. Fueron capacitadas, en sistemas de acumulación de agua para riego y producción de hortalizas; paulatinamente se han ido estableciendo, con recursos de la Subsecretaría de Agricultura, en sistemas de captura, conducción y acumulación de agua lluvia en estanques de 5.400 litros, además de materiales para construir un invernadero de 48 metros cuadrados con techo de policarbonato lo que le da una duración superior a los 20 años.

Este tipo de inversiones ha brindado a las productoras grandes beneficios, permitiendo que estas familias, ubicadas en sectores de difícil acceso, puedan contar con agricultura para el autoconsumo e, incluso, con la posibilidad de vender una parte de la producción, aportando recursos a la economía familiar.

En sí, el objetivo del proyecto es llevar el vital elemento hasta el estanque de almacenamiento para, luego, conducirlo mediante tuberías hasta los invernaderos. Ahí, utilizando riego por goteo, es factible aportar la humedad al suelo para el éxito en el cultivo de lechugas, tomates, pepinos, ajíes, flores y todo lo que el agricultor quisiera cultivar ya sea para autoconsumo o para venta.

Aprovechando la techumbre de bodegas, casas e invernaderos, las aguas lluvias son canalizadas hasta un gran estanque acumulador como el de esta fotografía.

Aprovechando la techumbre de bodegas, casas e invernaderos, las aguas lluvias son canalizadas hasta un gran estanque acumulador como el de esta fotografía.

Así lo hizo la productora María Gallegos, más conocida como Yuly, del sector Alto del Puerto de Vichuquén. “La utilidad ha sido bonita, grande, beneficiosa para nosotros como familia. Hemos tenido resultados que nunca uno se imagina ya que tuvimos para abastecer el consumo de agua en nuestros cultivos que son naturales” afirma,  quien  tiene hortalizas para consumo y flores para la venta. Ella es parte del primer grupo de 60 agricultoras que comenzó con este proyecto en 2012. Tanto ha aprendido de riego y cosecha que actualmente orienta a las nuevas beneficiarias de su sector, les explica cómo cuidar los tomates, cuándo regar, cuándo ventilar y cómo producir las condiciones óptimas para tener buenos cultivos.

Ella canaliza la lluvia que cae  en el mismo techo del invernadero, almacenándola en el estanque. Indica que con las precipitaciones de la semana pasada está hasta el tope, es decir, si no llueve nada de aquí en adelante, al menos tiene agua asegurada para tres meses, justo el tiempo que necesita para sus tomates. “Es un agua limpia, sana que no viene contaminada de nada porque viene del  cielo. Es algo muy innovador. Para nosotros es muy valioso esto”, finaliza.

INIA se encuentra monitoreando los sistemas instalados en distintos puntos de la Región, para disponer de información validada en cuando a calidad, productividad y rentabilidad. Paralelamente se continúa aumentando la presencia de estos módulos de colecta de aguas lluvias. De hecho, este año comenzaron otras 60 familias a instalar las unidades de colecta (acumulación de precipitaciones, instalación de invernadero, y habilitación de riego por goteo).

La investigadora Carmen Gloria Morales (izquierda) coordina este proyecto INIA en la región del Maule.

La investigadora Carmen Gloria Morales (izquierda) coordina este proyecto INIA en la región del Maule.

Una de las nuevas beneficiarias es Marianela Acevedo de la localidad de Lora, comuna de Licantén, quien fabrica pastas y mermeladas en un promisorio negocio familiar donde entrega trabajo a 8 personas en verano, logrando una mezcla perfecta entre entusiasmo, esfuerzo y recursos públicos, ya que ha recibido apoyo de INDAP, Sercotec y ahora del INIA. “Este año me llegó caído del cielo, porque el año pasado se me secó toda la producción por falta de agua. Ya tenemos asegurada el agua de riego para el invernadero. Yo hago pastas y mermeladas, entonces  voy a tener parte de la materia prima en el invernadero. Voy a ahorrar mucho”, asegura.

En tanto, el director regional de INIA Raihuén, Rodrigo Avilés, sostuvo que “lo que se busca es aprovechar el agua que cae sobre los techos de las casas, acumularla y darle un fin productivo. Para ello, se han habilitado invernaderos en las unidades productivas y las señoras pueden cultivar hortalizas. Ya tenemos experiencias de señoras que están vendiendo su producción”, explica.

Por su parte, la investigadora de INIA Raihuén, a cargo de este proyecto en la región Carmen Gloria Morales, está visitando y capacitando a quienes han instalado estos sistemas de riego en diversas localidades del Maule. Junto a su equipo técnico, monitorea el agua acumulada, el resultado de las cosechas, los cultivos con mejor rendimiento y la rentabilidad de ellos, aspectos esenciales para mejorar la calidad de vida del proyecto.

Cabe consignar que durante 2014, el proyecto “sistema de colecta de aguas lluvias con fines productivos”, ha podido ampliarse entre las regiones de O´Higgins y del Maule, incorporando la utilización de energías renovables no convencionales, mediante el uso de paneles fotovoltaicos para la generación de energía eléctrica.

El programa, con un costo total de ejecución de 829 millones de pesos, contempla la construcción e instalación de 220 unidades de colecta, conducción, y acumulación de aguas lluvias, de las cuales, 160 unidades están destinadas a la zona del secano de la región de O´Higgins y 60 unidades a igual zona de la región del Maule.

Acerca de INIA

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país.

Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl

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