Alboroto INIA: Nueva variedad de lupino dulce para el sur de chile
Gracias a una alianza estratégica entre INIA y empresa Nutraseed
Gracias a un estrecho trabajo entre INIA Carillanca y la empresa Nutraseed, La Araucanía cuenta con una nueva variedad de lupino dulce, de la especie Lupinus albus, denominada Alboroto INIA y que sin duda viene a responder a las altas demandas de la industria salmonera del país. Se trata de la primera variedad de este tipo generada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en respuesta a requerimientos de la empresa privada, luego que durante dos años y en conjunto con Nutraseed se probaran diversos materiales hasta lograr una variedad de alto rendimiento y con buenos atributos agronómicos.
Para el creador de la variedad, Dr. Mario Mera, Alboroto INIA proviene de cruzamientos realizados en INIA Carillanca en el 2005. Es una variedad que posee crecimiento indeterminado y arquitectura compacta, con plantas semienanas de 70 a 80 cm de altura que facilitan la cosecha. Posee un potencial de rendimiento superior a 60 qqm/ha de grano y consistentemente ha presentado un contenido de proteína superior a 40% en el grano entero, alcanzando 47,6% en el grano descascarado. “Por lo anterior, cumple ampliamente con los requerimientos de la industria salmonera y es un excelente ingrediente en raciones para aves, porcinos y rumiantes. Alboroto INIA no se ha visto afectada por enfermedades durante sus años de evaluación. Sometida a inoculaciones con esporas del hongo causante de la antracnosis, bajo condiciones de humedad y temperatura favorables para la infección, ha mostrado un buen nivel de resistencia a dicha enfermedad. Es una variedad que debe sembrarse en otoño, vale decir abril-mayo, en suelos que pierden humedad temprano durante la temporada, pudiendo sembrarse en junio en suelos que retienen humedad por más tiempo”, explicó el fitomejorador.
Aclaró además que Alboroto INIA tiene como característica distintiva un tallo principal único, sin ramificaciones basales. Las investigaciones indican que las ramas basales contribuyen poco al rendimiento por quedar en un ambiente sombreado por las ramas superiores y compiten por los productos de la fotosíntesis que estas últimas forman más eficientemente. Además, las ramas basales toman nutrientes provenientes de las raíces, que pueden ser mejor aprovechados por las ramas superiores. Por último, pero no menos importante, el tallo principal único, que facilita mucho la cosecha y las cosechadoras no tienen problema para tomarlo ya que las vainas inferiores están a suficiente distancia del suelo y son indehiscentes (no se abren espontáneamente), mientras no se secan en exceso.
Productores de proteína vegetal
Según el experto de INIA, nuestra región tiene un gran potencial para esta leguminosa, cuestión que permitiría transformarnos en productores de proteína vegetal en Chile. Lo anterior, porque el lupino dulce posee importantes ventajas, como es el costo de establecimiento más económico que otros cultivos. ”Con un porcentaje de proteína de 40% en el grano entero, unido a un rendimiento posible de alcanzar por los agricultores, de 40 qqm/ha o más, Alboroto INIA permite producir 1600 kilos de proteína por hectárea, algo difícil si no imposible de lograr en siembras comerciales con lupino australiano o lupino amarillo. Por otro lado, en el plano de las rotaciones de cultivo, el aporte en nitrógeno que deja el lupino dulce se estima en 50 kg/ha como mínimo para el cultivo siguiente. Asimismo, contribuye a romper el ciclo del mal del pie en cereales. Otro tema relevante para esta región, es que ayuda a realizar un buen control de malezas gramíneas previo al establecimiento del cultivo de trigo”, indicó.
Esto se transforma en una buena noticia para los productores y la industria, más todavía cuando hoy las fuentes de proteína son escasas a nivel mundial, tanto por la falta de harina y aceite de pescado, como por la alta demanda de soja. Por ello, el lupino, entre otras proteínas de origen vegetal, puede responder favorablemente a la necesidad de la industria salmonera. La única forma de hacer sustentable la producción de proteína animal, tanto rumiantes, cerdos, aves y salmones, es a través de proteína vegetal, renovables y factibles de producir en el sur de Chile, donde Alboroto INIA es una alternativa real.
Cabe indicar que La Araucanía lidera en siembras con lupino, tanto dulce como amargo, aunque según lo informado por el fitomejorador de INIA Dr. Mario Mera, existen buenas posibilidades para trabajar con esta leguminosa en la región del Bío Bío, por ejemplo en Arauco. ”El rendimiento actual es de alrededor de 20 qq/ha, pero esto incluye el lupino amargo, que el promedio es de 15 qq/ha. Entre los agricultores empresariales, que pueden dar un mejor manejo al cultivo, el lupino dulce debería rendir de 30 a 45 qq/ha. La Araucanía puede aportar mucha proteína vegetal, el asunto es que se pague mejor”, acotó.
Una variedad con potencial
Para Juan Carlos García, Ingeniero agrónomo docente de la Universidad de la Frontera y asesor agrícola, Alboroto INIA viene a responder a una necesidad de la industria y sin duda una noticia importante para el agricultor, porque tiene importantes características como variedad. “Es una variedad con alto potencial de rendimiento, de ciclo más corto comparado con otros lupinos y que puede ser cosechado entre el 20 de enero y el 10 febrero. La dosis de semilla es de 120 kg/ha, que disminuye los costos, tolerante a la antracnosis, de maduración pareja comparada con otras variedades de lupinos albus, puntos fundamentales al momento de tomar la decisión de sembrar. Además, es un complemento para los agricultores entre raps y lupinos para la zona sería lo ideal, viable a dos o tres años más”, acotó.
Aclaró que durante las últimas temporadas el lupino dulce ha tenido una disminución en superficie plantada, debido al bajo precio y porque las variedades no tienen un alto potencial de rendimiento. “Con el precio actual del lupino y los rendimientos que se dan de 20 qm/ha, no es viable como negocio para los agricultores empresariales, quienes deben pagar arriendo de suelo, cuestión que encarece el establecimiento del cultivo. Además, las variedades actuales en producción de campo varían entre 10 y 35 quintales, si no se obtiene sobre 35 quintales económicamente no es viable para establecerlo. La experiencia que se tiene con Alboroto, nueva variedad de INIA, ha demostrado un alto potencial en ensayos experimentales que fluctúan entre 50 y 60 qm/ha, superando las 5 toneladas en parcelas demostrativas. A nivel campo se lograría un 70% de estos resultados, por lo que un agricultor podría aspirar a tener 40 quintales, lo que ya significa un negocio rentable. Si pensamos que se paga $150 por el kilo, hay una entrada bruta de $600.000, considerando que en costos para un agricultor significa entre $400.000 a $450.000 con uso o arriendo de suelo. Creemos que Alboroto INIA puede ser una alternativa, pues se ha presentado estable en cuatro zonas agroclimáticas durante tres temporadas, dando la seguridad que será una variedad importante para La Araucanía”, puntualiza García.
El Desafío de Nutraseed
Esta empresa nace el 2007, buscando novedosas opciones de cultivos industriales, para iniciar sus operaciones el 2010. Es en el Parque Industrial de Lautaro donde poseen una planta con una capacidad de 12 mil 500 toneladas de recepción y almacenamiento, con la posibilidad de llegar a 25 mil toneladas. Es una empresa impulsada por un fondo de inversiones nacional, Agro Key Capital, que tiene un portafolio en el sector frutícola, veterinario y salmonero. Los productos que desarrolla actualmente son lino, arveja, canola para producción de aceite y torta, y lupino albus dulce, destinado a proteína en forma de gritz para la industria salmonera.
Para su Gerente General, Rodolfo Campos, Alboroto INIA se transforma en una interesante alternativa para la industria. “Creemos que el lupino es una excelente alternativa para la rotación, mirada como un ciclo completo. En la industria del salmón lo hemos posicionado como un alimento de buen nivel de aminoácidos, muy buena proteína y aceite de origen vegetal. Lo hemos posicionado con un buen precio a nivel de nuestro cliente, lo que hemos traspasado al agricultor”, explica.
No obstante, la experiencia les ha mostrado que existe dificultad para que el agricultor se interese en el lupino, ya que las variedades con las que vienen trabajando, tanto de primavera e invierno, no han dado los rendimientos esperados para transformarse en un cultivo rentable para el agricultor. “La comercialización de grano descascarado es buena y existe interés por proteína de alta calidad. Además, tenemos un asesor apoyando técnicamente en el campo, pero el cultivo no es atractivo para el agricultor. Esto nos llevó a desarrollar un proyecto con INIA, probando distintas candidatas a variedades, donde Alboroto INIA presentó altos rendimientos y por lo tanto, vino a satisfacer lo que el agricultor esperaba. Creemos que si los rindes obtenidos en los ensayos se mantienen en campo, Alboroto INIA puede transformarse en una línea de cultivo para el agricultor”.
Las perspectivas como empresa son llegar a cultivar entre 3000 a 4000, para atender de manera eficiente a la industria salmonera, con una variedad que está adaptada a la zona y que ha respondido a distintas condiciones agroclimáticas. En INIA Carillanca se cuenta ya con un semillero de 4 hectáreas que dará la pauta para confirmar los rendimientos y seguir encantando a los agricultores con el cultivo.
Generalidades importantes
Cabe indicar que el lupino es una leguminosa cultivada principalmente en Australia, en algunos países europeos y en Chile. Es la mejor opción para producir proteína vegetal en climas templados fríos, donde la soya no se adapta. El género Lupinus tiene muchas especies, la mayoría de origen americano, pero se cultivan principalmente cuatro: Lupinus albus (lupino blanco), Lupinus angustifolius (lupino australiano) y Lupinus luteus (lupino amarillo), que son de origen Mediterráneo, y Lupinus mutabilis (lupino andino o tarwi), originario de América del Sur. De las tres primeras especies existen variedades que se adaptan bien a las condiciones del sur de Chile.
Según la experiencia de INIA Carillanca, la especie que permite mejores resultados es la especie albus, que combina buen rendimiento con buen nivel proteico en el grano. La especie L. angustifolius, comúnmente llamado lupino “australiano”, tiene buen rendimiento pero un nivel proteico más bajo. Es la especie preferida por agricultores que han tenido ataque fuertes de antracnosis -ya que no se afecta- y que tienen ganado bovino en el predio, para el cual el grano de lupino es un complemento alimenticio de primera calidad. El lupino amarillo tiene el contenido de proteína más elevado (las variedades polacas tienen en promedio 46,5% en el grano entero), pero alcanza bajos rendimientos y sufre de varios inconvenientes agronómicos, entre ellos, crecimiento lento que facilita la invasión por malezas, alta pérdida de plantas por heladas, susceptibilidad a antracnosis y al ataque de pulgones, mayor propensión al desgrane. Además, produce una menor cantidad de biomasa, lo cual limita el aporte de nitrógeno producto de la fijación simbiótica, para el cultivo siguiente.
Las variedades destinadas a la alimentación animal son dulces, es decir, contienen menos de 0,05% de alcaloides, mientras que el resto son consideradas amargas ya que superan dicho porcentaje. El amargor es una característica genéticamente dominante y por eso las plantas de variedades dulces que se cultivan cerca de variedades amargas pueden ser polinizadas por estas últimas, dando lugar a la aparición de plantas capaces de producir alcaloides y por tanto, grano amargo. Sin intervención humana las variedades dulces pronto pierden esta calidad y dejan de ser adecuadas para la alimentación animal.
Contacto de Prensa:
Lilian Avendaño F. Fono 45-2297271. e-mail: lavendan@inia.cl
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