Seminario mostró tecnología Clearfield a productores arroceros del Maule y Biobío
Énfasis estuvo en el control de malezas y lo que se espera de la tecnología de Arroz Clearfield desarrollada por INIA.
Las mejores estrategias para hacer frente al problema de las malezas en el arroz, fue el tema del seminario, que se enmarca en el proyecto Fondef «Generación de variedades de arroz tolerantes a frío para mejorar la competitividad del sector arrocero». La actividad se realizó ante 90 productores arroceros de la séptima región, quienes pudieron conocer la investigación que se efectúa en INIA para enfrentar uno de los mayores problemas de la producción arrocera, junto con el frío, ya que evaluaciones realizadas en la zona arrocera han determinado pérdidas de rendimiento promedio de un 30% promedio por efecto de un mal control de malezas, por lo que este aspecto, junto al desarrollo de variedades tolerantes al frío, están entre los principales objetivos del programa de mejoramiento genético de arroz en INIA Quilamapu.
En el seminario, se dio a conocer la variedad Clearfield que se espera esté disponible para los productores en la temporada de cosecha 2017-2018, para interiorizarlos de las características del cultivo, de su tratamiento, cómo hay que manejar las variedades y que una de sus principales condiciones es que no se puede repetir todos los años. Además, se presentaron los especialistas Carlos Campos, de Basf Colombia y Karina Casellas, de INTA Argentina, quienes dieron a conocer la experiencia de sus respectivos países en la introducción de la variedad Clearfield.
Alfonso Dussaillant, gerente agrícola de Tucapel y consejero del proyecto Fondef, destacó que no es la primera vez que la empresa se une a INIA para enfrentar los desafíos de este cultivo, y destacó que aunque la maleza no representa un problema para la industria, si lo es para los productores, ya que produce una merma importante del rendimiento y hace menos rentable el cultivo. «Es por esto que todo medio de innovación y desarrollo repercutirá positivamente en el cultivo de arroz y permitirá el desarrollo de la región».
Recordó que el rendimiento del rubro arrocero ha variado positivamente con los años, y que hace 25, el rendimiento era de 45 qq por hectárea; «hoy el promedio es de 63 qq, entonces les propongo que de aquí al 2020 podamos tener un promedio de 75 qq por ha; hay muchos agricultores que ya están logrando estos rendimientos y con el lanzamiento de la variedad clearfield, en la temporada 2017-2018, vamos a tener una nueva herramienta, así que reitero la invitación, en especial a los agricultores, podemos lograr un mejor rendimiento y con eso, mejores condiciones de vida para todos». Mario Paredes, ingeniero agrónomo y coordinador del programa de Arroz de INIA y director del proyecto Fondef, recordó que el manejo de malezas hoy representa uno de los mayores problemas del rubro arrocero, por lo que se ha trabajado para lograr una variedad Clearfield que permita controlar de manera eficiente el arroz rojo, que constituye una de las malezas de más difícil control debido a su comportamiento agresivo en el campo y a que mantiene la capacidad de cruzarse con el arroz de cultivo, y dado que pertenece a la misma familia y género que el arroz cultivado, no permite el uso de herbicidas.
El genetista y subdirector de investigación y desarrollo de INIA Quilamapu, Javier Chilian, destacó la necesidad de desarrollo de buenas prácticas agrícolas para el manejo del arroz Clearfield en Chile, una vez que esté disponible esta variedad desarrollada por INIA. «Para darle sostenibilidad al sistema Cl es importante la participación de distintos actores que combinen la investigación, el monitoreo y recomendaciones que orienten a los agricultores en el uso racional de esta tecnología, como comenzar con un campo limpio, partir cada año con semilla certificada, no plantar dos años seguidos cultivares de variedad Cl y rotar herbicidas con mecanismos de acción distintos».
En el caso de Colombia, Carlos Cortés de Basf Colombia, destacó la necesidad de contar con buenas prácticas agrícolas, ya que el contar con esta tecnología no significa tener la fórmula perfecta para eliminar todas las malezas. «En términos generales, las variedades no son resistentes a todo. Y principalmente, no son resistentes a las malas prácticas de manejo. Debemos ayudarles con excelentes prácticas de manejo, como la dosis correcta de semilla, la preparación y nivelación del suelo y el uso de la tecnología, porque las variedades tienen el potencial para llegar a mucho mas, pero tenemos que hacer cambios como productores, como asesores, porque la genética está». Por eso, indicó, el programa de arroz en Colombia está enfocado principalmente a las buenas prácticas de manejo, «si ajustamos cosas en el campo, que son básicas, podemos dar el gran salto».
También en el marco de las presentaciones técnicas, el ingeniero agrónomo y doctor en ciencias Gabriel Donoso, se refirió a los efectos de las bajas temperaturas en el cultivo del arroz, indicando que el mayor problema se da principalmente en la etapa reproductiva hasta la madurez. Destacó la importancia de sembrar temprano y hacer los manejos agronómicos antes de lo que se hacía tradicionalmente, sobre todo cuando no se sabe como viene el año. Lo ideal es sembrar hasta el 15 de octubre, indicó, para tener la seguridad de que no se va a tener problemas graves con el cultivo producto de las bajas temperaturas que podrían producirse en la época de floración. Respecto de la investigación, destacó que se han estudiado diversos genotipos de arroz para los diferentes estadios del cultivo, de lo que ya se ha obtenido resultados promisorios.