INIA La Platina capacita a monitores de Buenas Prácticas Agrícolas en uso de fitosanitarios
El curso se realizó gracias al Proyecto Territorial de Transferencia Tecnológica «Producción Limpia en los sistemas hortícolas del Valle Central» del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de la Región Metropolitana. Se llevó a cabo en dos grupos: uno tuvo sede en Melipilla y el segundo en Santiago.
Temáticas como las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en uso de fitosanitarios, legislación pertinente, medidas de seguridad y Manejo Integrado de Plagas fueron algunos de los tópicos abordados durante la capacitación organizada por INIA La Platina, que en total instruyó a más de 60 monitores de diversas instituciones de la región.
En el caso de Melipilla, asistieron 29 personas; mientras que en Santiago fueron 34. Entre ello estuvieron los equipos técnicos del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), fiscalizadores del SAG y de la Seremi de Salud, representantes de la Seremi de Agricultura e INDAP.
Al respecto, el Ingeniero Agrónomo Encargado de la Unidad de Vinculación y Transferencia de Tecnología, Marcelo Zolezzi, manifestó: “ustedes forman parte de un proyecto que desarrolla el INIA, durante tres años. Nos interesa que esta actividad sea de utilidad, como inversión, que les ayude a desempeñar mejor su labor. La idea es generar un intercambio de conocimientos y experiencias para que finalmente, sean los agricultores los favorecidos”.
Por su parte, el Jefe de Área Melipilla de INDAP, Eduardo González, subrayó la relevancia de la capacitación. “Es muy importante este tipo de charlas para los grupos técnicos. Es una gran oportunidad de volver a capacitarnos y a plantear temas que, tal vez, no dominamos”.
Durante el curso, Marcelo Zolezzi explicó el Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIPE), definiéndolo como “una estrategia económicamente viable en la que se combinan varios métodos de control para reducir la población de plagas a niveles tolerables, minimizando los efectos adversos a la salud de las personas y al ambiente”.
El profesional del INIA también expuso que los principios del MIPE son el uso racional de los métodos químicos, biológicos y culturales; la adaptabilidad a las condiciones locales; que exige reconocer las plagas y sus enemigos naturales, su biología y comportamiento; requiere desarrollar técnicas de monitoreo, e incorpora el concepto de daño económico. Recalcó el monitoreo en este proceso continuo para obtener mayores antecedentes sobre la evolución de la plaga, identificar las opciones de manejo y tomar decisiones.
En tanto, la Ingeniera Agrónoma Encargada de Capacitación de la Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Productos Fitosanitarios Agrícolas (AFIPA), Roxane Flores, definió las BPA como “las acciones que se ejecutan en la producción agrícola para garantizar la producción de alimentos sanos e inocuos; la protección ambiental; la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores agrícolas, y el bienestar de los animales”.
Asimismo, expuso sobre la legislación asociada, indicando que el Ministerio de Agricultura establece que los plaguicidas de uso agrícola deben distribuirse en envases cerrados y con etiqueta reglamentaria en español; regulando la protección del trabajador. Mientras que el SAG obliga a declarar las ventas de plaguicidas de uso agrícola y los que estén caducos, y todos los que se produzcan, importen o usen en el país deben ser autorizados por la entidad. A su vez, el Ministerio de Salud, entre otras cosas, fija las tolerancias máximas de residuos de plaguicidas en los alimentos de consumo; tiene un reglamento sanitario sobre manejo de residuos peligrosos y reglamenta la prevención de riesgos.
La representante de AFIPA destacó la importancia de “programar oportunamente la compra de plaguicidas; adquirir solamente tales elementos con autorización del SAG y en la cantidad justa a utilizar; asegurarse que el producto es el recomendado para la plaga a controlar; revisar el estado del envase y rechazar aquellos que estén deteriorados o cuyos sellos se encuentren adulterados o con etiquetas fotocopiadas, adulterada o en otro idioma”.
Prevención de riesgos:
Por su parte, el Ingeniero en Prevención de Riesgos, Encargado Nacional de Prevención de Riesgos de INIA, Moisés Manríquez, se refirió a las características y a los cuidados de los equipos de protección personal (traje de aplicación de plaguicida, de los guantes, las antiparras, las botas y la protección respiratoria).
Enfatizó que “los plaguicidas son productos tóxicos, por ende cualquier error u omisión durante su manipulación puede causar lesiones graves e incluso la muerte. El riesgo es mayor mientras más largo sea el tiempo de exposición y según la cantidad de plaguicida en el ambiente”.
Moisés Manríquez expresó también que las empresas deben proporcionar a sus trabajadores, los equipos e implementos de protección necesarios, los que no evitan los accidentes; solamente aminoran sus efectos.
Importancia de la correcta calibración
Finalmente, la capacitación concluyó con un ejercicio práctico donde los participantes pudieron calibrar el pulverizador manual de plaguicidas (que ocupa normalmente el agricultor con el que trabajan los equipos técnicos), donde se calibra seleccionando la boquilla –que tiene cierto caudal- y la presión del trabajo. Se evalúa la velocidad cómo camina el aplicador, midiendo el ancho de trabajo, se determina aplicar en una superficie, se calcula lo que se utilizó para pintar una zona determinada y eso se multiplica según la cantidad total.
“La correcta calibración apunta a una aplicación precisa del plaguicida, que quede efectivamente en la planta y evitar que sobre material en la pulverizadora, porque no debe haber un exceso de aplicación en la planta y no se debe eliminar en cualquier parte, porque es un elemento contaminante”. Explicó Roxane Flores, quien dirigió dicha experiencia.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país.
Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl