Difunden resultados de la aplicación de purines en praderas y la conservación de la calidad de aguas subterráneas
El trabajo fue presentado en el Simposio Nacional de la Ciencia del Suelo, organizado por la Universidad de Chile, en Santiago.
El investigador de INIA Los Ríos Jaime Cuevas recientemente participó en el Simposio Nacional de la Ciencia del Suelo llevado a cabo en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, Santiago, donde presentó los resultados del proyecto Fondecyt “Evaluación de la vegetación ribereña nativa como filtro para la contaminación difusa de la agricultura”.
El proyecto parte de la base que la aplicación de purines a praderas y cultivos es una práctica común a nivel mundial donde se reciclan los nutrientes provenientes de las plantas lecheras reduciendo la aplicación y costos asociados a los fertilizantes inorgánicos. Sin embargo, esta práctica tiene el potencial de contaminar el ambiente debido a pérdidas de nutrientes en forma disuelta hacia los suelos y agua, así como a través de la producción de gases efecto invernadero, parte de estos efectos fueron estudiados por el equipo de profesionales, de las universidades Austral de Chile y Concepción, junto a INIA.
Jaime Cuevas a través de elementos de un poster presentado en el Simposio explicó que se aplicaron dosis de hasta 7 veces los requerimientos nutricionales de las praderas, y fue posible constatar que sólo las concentraciones de potasio y magnesio intercambiables aumentaron en el suelo. En tanto, en las aguas subterráneas la mayor parte de los nutrientes no aumentaron en concentración tras la fertilización, salvo el nitrógeno orgánico disuelto (NOD).
“Éste es un componente mayoritario del purín. Si bien el efecto del NOD fue leve, aunque significativo, abre la posibilidad de que en zonas agropecuarias donde se aplique una alta dosis en una parte importante de la cuenca, con escaso desarrollo del suelo y con escasa cobertura de vegetación ribereña, el efecto pueda llegar a los ríos y arroyos. En estos cursos de agua podría ocurrir un exceso de nutrientes, impactando a la biodiversidad acuática a través del fenómeno de eutrofización”, dijo Cuevas.
Además, el investigador de INIA sostuvo que las tasas y dosis de purines utilizadas constituyen una aplicación representativa de lo que se usa en las regiones del sur de Chile por parte de los productores lecheros. “En general, el resultado encontrado es compatible con la conservación ambiental del recurso hídrico bajo las condiciones ensayadas, a saber praderas en terrenos planos, con buen desarrollo de vegetación ribereña y sobre suelos volcánicos del tipo trumaos. No obstante, se deben cuidar las pérdidas gaseosas del amoniaco del purín, las que ocasionan problemas de malos olores si existen asentamientos humanos cercanos”.
En el trabajo participan además los investigadores Jenny Huertas (Universidad Mariana, Colombia); José Dörner (Universidad Austral de Chile); José Luis Arumí y Leandro Paulino (Universidad de Concepción); y Francisco Salazar (INIA Remehue).