Consejos prácticos para el buen uso de pulverizadores hidráulicos de barra
Los integrantes del GTT Papas del INIA La Cruz recibieron consejos prácticos y muy necesarios de considerar al momento de una aplicación de productos fitosanitarios y cómo lograr un correcto funcionamiento de los pulverizadores hidráulicos de barra.
Fue la reciente capacitación a cargo del especialista en maquinaria agrícola del INIA, el ingeniero agrónomo Patricio Abarca Reyes.
Lo primero que hay que tener en cuenta, dijo el especialista, son las condiciones ambientales. Así por ejemplo, el viento ambiental no debe superar los 6,0 km/h y la temperatura no debe ser superior a los 25° C, las pérdidas pueden ser drásticas por efecto de la deriva y evaporación. Se debe considerar además el estado fenológico de la planta, monitoreo de las plagas y las condiciones para la incidencia de una enfermedad, en vista de realizar la aplicación en el momento oportuno.
También es importante tener claridad respecto a los plaguicidas a utilizar, los que deben ser recomendados para el cultivo, para la plaga o enfermedad que se desea controlar y ser aplicados en las dosis adecuadas respecto a lo que indica la etiqueta del producto.
En cuanto a las condiciones de la maquinaria, el experto destacó que es muy importante la mantención de los equipos, hacer las aplicaciones más eficaces, dar seguridad al operador y disminuir la contaminación ambiental. Respecto a la eficacia según condiciones del pulverizador, responden a que el producto se mantenga con una buena agitación todo el tiempo de aplicación, la presión de trabajo sea la adecuada según indicaciones del fabricante de las boquillas, la velocidad de avance sea correcta según las condiciones del cultivo y las boquillas respondan al caudal deseado generando un tamaño y número de gotas requerido según las especificaciones del producto.
A juicio del especialista, los productores deben tener presente estos parámetros ya que un porcentaje importante de las aplicaciones tanto en frutales como en cultivos, duplican lo que realmente se debería aplicar, ya sea por utilizar boquillas de elevado caudal o presiones de trabajo por sobre lo recomendado. “Con este tipo de capacitaciones, el INIA lo que busca es acortar esta brecha en la medida que los agricultores incorporen pequeños pero significativos cambios”, destacó el profesional.
Cabe recordar, que el INIA desarrolló una metodología de trabajo que incorpora un diagnóstico operativo del tractor y del equipo de acuerdo a la técnica que se empleará, es decir, pulverizadores hidráulicos de mochila, pitón, barra, hidroneumáticos (nebulizadores), entre otros. Este paquete tecnológico incorpora una evaluación de los principales parámetros del tractor y pulverizador, que intervienen en la eficacia de las aplicaciones, en la seguridad del operador y el riesgo de contaminación medioambiental.
La pauta contiene diferentes aspectos que se evalúan. Por ejemplo; la velocidad de avance, presión de trabajo, tipo y cantidad de boquillas utilizadas, volumen de vegetación, volumen de aplicación y verificación de la eficacia con papeles hidrosensibles.
Para el caso específico del rubro de papas, los agricultores utilizan en su mayoría pulverizadores hidráulicos, ya sea de mochila o de barra accionado por tractor. Sin embargo, lo recomendable para cultivos bajos es utilizar pulverizadores de barra con “asistencia de aire”, lo que permite que a través del aire entregado por el equipo, las gotas pulverizadas puedan ser depositadas de mejor forma en el envés de las hojas y al interior de las plantas, lugares donde muchas veces se encuentran las plagas, y los equipos hidráulicos “sin asistencia de viento” no logran llegar con gotas.
En lo que se refiere a boquillas, se ha recomendado el uso de boquillas de cono vacío, las cuales son óptimas para el uso de insecticidas, fungicidas y fertilizantes foliares, tanto en frutales como en cultivos bajos. Con respecto al caudal, se ha recomendado boquillas que presenten un caudal de 0,8 a 1,2 litros por minuto a una presión de 5 bar. Se debe indicar que este tipo de boquillas se pueden trabajar hasta los 14 bar.
Otras de las recomendaciones entregadas por el experto, dice relación con las revoluciones del tractor, considerando un mínimo 450 revoluciones a la toma de fuerza para mantener un trabajo óptimo de la bomba y una buena agitación del producto al interior del estanque. Asimismo, mantener una buena horizontalidad de la barra y una separación de boquillas de 50 cm, respetar la misma distancia entre la boquilla y el cultivo. De este modo, el cono abrirá de forma completa y asegurando un cubrimiento uniforme.
Al cierre de la jornada, los productores comprendieron que, “la calidad de una correcta pulverización no depende de la cantidad de líquido que se aplique (mojamiento) sino de la cantidad de gotas y número de éstas en la superficie de la planta, lo que se denomina técnicamente el cubrimiento”. Esto es comprobable a través del uso de papeles hidrosensibles. Además, se describió que la eficacia de control de un plaguicida depende de factores externos como la temperatura, el viento, humedad relativa, momento de la aplicación, dosificación del producto, entre otros aspectos.
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