‘Iniagrape-one’, la primera uva de mesa chilena que impacta el mercado internacional
El fruto fue presentado en Vicuña y posee características únicas en calibre, sabor y post cosecha que tienen a los productores nacionales frotándose las manos.
Hace más de 30 años comenzó a gestarse la idea de crear una uva de mesa que permitiera a los productores chilenos vender un producto de máxima calidad a mercados competitivos. Los traslados hacía Estados Unidos y Asia son un problema, pues los frutos no siempre llegan en las mejores condiciones después de varios días de viaje.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) a través de la metodología de polinización asistida inició un programa de cruzamientos con el propósito de generar plantas con fruta comercialmente atractiva. Uno de esos cruzamientos, dio origen a la variedad Iniagrape-one. El programa de mejoramiento genético se potenció el año 2010 con el inicio del proyecto “Programa de Mejoramiento Genético para el desarrollo de nuevas variedades de uva de mesa en función del mercado nacional e internacional”, el cual es financiado por Innova Corfo y cuenta con el apoyo de las empresa privada representada por el Consorcio Biofrutales y la empresa The Andes New Varieties Administration (A.N.A.). Este proyecto, que tiene una duración de 10 años, ha permitido desarrollar comercialmente la variedad ‘Iniagrape-one’, tanto a nivel nacional como internacional.
El objetivo del proyecto es obtener nuevas variedades de uva de mesa que respondieran a las demandas de productores y consumidores locales incorporando herramientas biotecnológicas. En este caso, la nueva variedad fue obtenida mediante mejoramiento genético tradicional. El resultado a la fecha ha sido sorprendente, pues la uva conseguida es única, con una post cosecha que resiste sobre los 90 días en frigorífico, sin presentar blanqueamientos o partiduras. Se destaca por su color negro-azulado muy atractivo y un sabor intenso, asociado a un excelente equilibrio entre los contenidos de azúcar y acidez, que se mantienen prolongadamente en almacenaje. Además, posee una turgencia pocas veces vista y un calibre de baya que supera con facilidad los 22 milímetros por baya, lo que tiene muy conformes a los productores que ya están empezando a cultivarla.
El desarrollo de la variedad contempló la evaluación productiva durante varias temporadas en diferentes localidades distribuidas entre la Región de Coquimbo y O´Higgins. Finalmente, la variedad ‘Iniagrape-one’ fue presentada en el Centro Experimental INIA en Vicuña a más de 40 personas, entre ellos productores nacionales y extranjeros provenientes de Estados Unidos, Perú y España.
Uno de ellos es Floridor Pinto, agricultor del valle del Elqui, quien en octubre del año pasado plantó las primeras parras y espera la primera cosecha para inicios del 2017. “Los productores estamos muy entusiasmados. Hace dos años atrás vine a un día de campo de INIA en el Centro Experimental Vicuña buscando una variedad y me enamoré de la ‘Iniagrape-one’. Es una uva que tiene puras cualidades positivas para el negocio, larga post cosecha, buen calibre y el color es maravilloso, eso me llamó mucho la atención. No tengo la menor duda de que esta variedad va a ser muy apetecida”, señala el productor de la región de Coquimbo.
Paola Barba, Directora del programa de mejoramiento genético de uva de mesa de INIA, cree que el este es el inicio del desarrollo de nuevas variedades de uva de mesa chilenas que logren marcar la diferencia. “Estamos en el mejor momento del programa de mejoramiento, plantando alrededor de seis mil nuevas plantas cada año de las cuales seleccionamos las que se ven más promisorias. Además estas seis mil plantas por año, a las que llamamos segregantes, también tenemos selecciones intermedias y avanzadas que han mostrado buenas características, y las cuales queremos estudiar para ver cuál es el mejor manejo agronómico y el interés de los productores”, explica la profesional INIA.
Por su parte, Luis Fernández, Gerente General de A.N.A., no duda en el éxito que tendrá esta variedad en los mercados extranjeros. “Tenemos un proyecto de desarrollo global e integral a nivel mundial el cual contempla un desarrollo inicial fuerte y de manera anticipada en Chile. La variedad la estamos llevando a Estados Unidos, Perú, Ecuador, Sudáfrica, Australia, Egipto y Europa, donde hay una distribución importante para fines evaluativos y comerciales. Estamos trabajando con INIA para lograr nuevas variedades y actividades que llaman la atención y que podrían llegar a constituir la Iniagrape – two, lo cual creo que es cosa de tiempo”, apunta Fernández.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país. Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país. Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl
Contacto de Prensa: Federico Bierwirth, periodista INIA Intihuasi (federico.bierwirth@inia.cl)
La nueva clase de uva se presenta como un estupendo avance, y lo es. Lo que me preocupa es la visión estrictamente comercial del avance que apoya Inia: no hay ninguna señal a que nosotros, los chilenos consumidores normales, podamos disfrutar las bondades del nuevo producto. Visto así, los dueños de los medios de producción seguirán profitando de los avances como éste y los trabajadores que hace posible la producción con su mano de obra, no parecen estar incluídos en el progreso. Es lo que se desprende de lo leído: ni los consumidores chilenos ni los trabajadores de la uva se incluyen en las bondades del avance. Me gustaría estar equivocado. Felicitaciones por el logro…en todo caso.