Alumnos de Escuela Agrícola San Vicente de Paúl colaboran en proyecto para la valorización y diversificación del cultivo del ajo de INIA Rayentué
Con la colaboración de alumnos de Tercer Año Medio, de la Escuela Agrícola San Vicente de Paúl, ubicada en la comuna de Doñihue, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, implementó en este establecimiento educacional, una de las Unidades demostrativas correspondiente al proyecto denominado “Valorización y diversificación del cultivo del ajo”.
Los estudiantes junto al docente, Patricio Pérez Jopia, jefe de producción del establecimiento; Mónica Madariaga, de INIA, coordinadora del proyecto y Marcelo Horta, técnico agropecuario de INIA.
La iniciativa, que ejecuta INIA Rayentué con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC, y el Gobierno Regional de O’Higgins, tiene como fin valorizar el cultivo del ajo mediante su producción libre de virus y la identificación de atributos nutracéuticos conducentes a la obtención de un producto de calidad diferenciadora, que permita recuperar el nivel tecnológico y productivo de la región.
Según explicó Mónica Madariaga, doctora en Cs. Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Unidad de Virología de INIA La Platina, coordinadora del mencionado proyecto, “en esta Unidad demostrativa, donde contamos con la importante colaboración de los estudiantes, se implementarán dos ensayos, uno para probar el comportamiento agronómico de clones de ajos traídos desde la región de la Araucanía, pertenecientes al Programa de Mejoramiento Genético de ajo desarrollado por el INIA, y de variedades procedentes de colectas que esta institución ha realizado a lo largo de Chile y en algunos países de sudamérica El segundo ensayo consiste en evaluar barreras físicas para evitar la infección viral de las plantas con dos tratamientos, utilizando aceite mineral en uno y manto térmico en el otro. Con esto, agregó Mónica Madariaga, vamos a ver cuál es el comportamiento agronómico del ajo, cuando usamos estos materiales que nos sirven para evitar que los pulgones y trips que transmiten los virus, lleguen a la planta.
Los alumnos comenzaron la faena con la selección de bulbos para plantar.
Es importante señalar que el saneamiento de plantas de ajo infectadas con virus se logra mediante complejos tratamientos biotecnológicos que se aplican en forma diferenciada de acuerdo a la variedad de ajo y al tipo de virus presente. Por lo tanto, es muy importante el desarrollo de estrategias a nivel de campo que impidan la re-infección de las plantas tratadasAsimismo, la profesional explicó que los virus en ajos se trasmiten, por pulgones, por trips (insectos de uno o dos milímetros que producen daños en muchos cultivos) y por propagación vegetativa, dado que el ajo no tiene semilla, su reproducción se hace a través de la plantación del bulbo (diente) que si está infectado con virus y el productor lo lleva al predio, cuando la planta emerge ya está contaminada, creando así una fuente de inóculo en el campo y como consecuencia se obtiene una planta pequeña, sin vigor, cuyo producto es un bulbo de bajo calibre que pierde absolutamente el atractivo para el mercado y por ende su valor comercial”.
Convenio de colaboración
En cuanto a la implementación de ensayos en predios de la Escuela Agrícola San Vicente de Paúl, Mónica Madariaga indicó que “para el INIA es muy importante contar con la colaboración de este tipo de establecimientos educacionales dado que nos permite mostrar a los alumnos, futuros técnicos agrícolas, cómo se hace investigación viendo en terreno la metodología usada para las evaluaciones de cada una de las técnicas utilizadas”.
En tanto el docente, Patricio Pérez Jopia, ingeniero agrónomo, jefe de producción del establecimiento, indicó: “Un trabajo de estas características permite a los alumnos de la especialidad agropecuaria, desarrollar un aprendizaje con enfoque de competencias laborales, ya que están integrando los conocimientos adquiridos en clases y talleres ( teóricos) con el trabajo efectivo de participar en la construcción de un diseño experimental real, generando habilidades para trabajar con instrucciones externas, con material real, con plazos, diseños y tiempos acotados, en un cultivo que verá crecer y desarrollarse, participando en las diferentes labores que conlleva un estudio de estas características y finalmente le permiten expresar sus actitudes y valores para hacer un trabajo de calidad, cumpliendo parámetros de tiempo, sociales y comportamientos adecuados conforme a su nivel de desarrollo, puntualizó el profesor.
Acerca de INIA
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