Alianza INIA-Biofrutales Programa de Mejoramiento Genético en Uva de Mesa está dando pasos importantes para consolidar el desarrollo de variedades chilenas
Equipo del Programa de Mejoramiento Genético en uva de mesa presentó los avances de esta temporada en un Día de Campo realizado en INIA La Platina. Los resultados apuntan a nuevas selecciones de uva de mesa, candidatas a transformarse en los próximos años en variedades comerciales.
Santiago, febrero 2020.- A la fecha, Iniagrape-one ha conquistado exigentes paladares. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer, porque el camino es largo -cerca de 15 años- para obtener una nueva variedad de fruta. Así lo dio a conocer la encargada del Programa de Mejoramiento Genético en uva de mesa de INIA, Dra. Paola Barba, quien mostró los últimos avances de esta temporada en el marco de un Día de Campo organizado especialmente para los socios del programa, en las dependencias de INIA La Platina.
Durante la actividad se revisaron las 12 hectáreas de selecciones primarias e intermedias, etapas previas a la puesta en marcha comercial de una variedad. «Detrás de una nueva variedad exitosa hay años de pruebas y decenas de selecciones son descartadas por no cumplir con todos los requerimientos de los consumidores y productores. Hoy mostramos los resultados de estas etapas preliminares, donde estamos caracterizando por primera vez su fruta bajo condiciones pre-comerciales. Invitamos a nuestros socios, para que nos den sus opiniones, compartan experiencias y nos entreguen su punto de vista comercial. Esta información nos ayuda a seleccionar las mejores candidatas a variedad”, explicó la investigadora de INIA La Platina, quien agregó que en cuatro años más esperan quintuplicar el número de selecciones intermedias.
Dentro de las selecciones intermedias llamaron la atención de chilenos y extranjeros presentes, nuevos genotipos de alta fertilidad, con buen sabor, firmeza y calibre, formas alargadas, de tonalidades rojas – rosadas, y cosechas estimadas en época de Thompson Seedless, así como una selección blanca de racimos atractivos, alta productividad, fácil manejo y cosecha de estación temprana a media.
Sintonía con los productores
“El Programa de Mejoramiento Genético en uva de mesa ha ido dando pasos firmes y ya muestra resultados concretos que van en la sintonía de lo que los productores están necesitando: variedades de fácil manejo, atractivas, productivas y con buena postcosecha, a las que podremos ir agregando otros atributos, como sabores nuevos y distintivos, resistencias naturales. Sin embargo, las primeras características son fundamentales. No podemos tener variedades atractivas al consumidor pero que no atiendan al productor, que no tengan una productividad mínima aceptable y costos razonables de manejo. La reciente visita al trabajo del Programa en INIA La Platina muestra que hay nuevas selecciones que están en la dirección de lo que estamos necesitando y que se podrían sumar en los próximos años a la experiencia de Maylen®”. Así explicó el gerente de Biofrutales, Rodrigo Cruzat, el trabajo que desarrollan junto a INIA, con el objetivo de generar nuevas variedades de fruta chilena que respondan a los requerimientos del mercado.
En ese sentido, Cruzat agregó que las selecciones que vieron en el Día de Campo están a 4 o 5 años para que puedan convertirse en candidatas reales de variedades. “Maylen® es una excelente variedad, que tiene méritos en la línea de lo que necesitamos, pero además representa el resultado de la unión público-privado. Este proceso de generar nuevas variedad es de largo plazo, por lo que participar a la industria de sus avances es fundamental para el apoyo que necesitamos”, destacó.
El Gerente de Biofrutales se refirió también a la oferta de nuevas variedades de uva de mesa, tanto en Chile como en el mundo, indicando que cuando se inició el trabajo conjunto entre INIA y el Consorcio Biofrutales, ésta era escasa y las variedades que había que superar eran otras, tradicionales. Hoy, en cambio, el desafío es mayor; cuando salgan estas nuevas variedades deberemos competir con una importante oferta de variedades de todo el mundo, muchas de las cuales han mostrado ser muy buenas. Pero existe confianza en que podemos competir si mantenemos un trabajo de excelencia y somos capaces de ofrecer productos con conocimiento, con un paquete tecnológico de base, que acelere la adopción de estas variedades con los menores riesgos posibles a nuestros clientes.
La industria chilena requiere acceder a nuevas y mejores variedades, de cualquier parte del mundo y Chile tiene la opción de tener sus propias variedades, variedades que han sido seleccionadas y probadas en nuestras propias condiciones. Esta es la oportunidad y desafío del Programa de Mejoramiento Genético en uva de mesa de INIA-Biofrutales.
Trabajo multidisciplinario
Emilio Ruz, Director Regional de La Platina, destacó el trabajo multidisciplinario de INIA para sortear un año complejo, con eventos climáticos de altas temperaturas y déficit hídrico, e incluso un estallido social que hizo reprogramar varias actividades. “Diferentes variables que podrían haber afectado las diferentes líneas, pero no ocurrió e incluso se pudo ampliar la superficie de selecciones primarias. Se siguió trabajando con más fuerza y se lograron importantes hitos, como, por ejemplo, la organización del Simposio Internacional de Uva de Mesa que se desarrollará en febrero y la edición de un compendio de uva de mesa que se presentará próximamente. Eso es parte del trabajo que se ha venido realizando y podrá difundirse a nivel nacional y mundial”.
Escalamiento comercial
También se mostró el escalamiento comercial que dirige la investigadora de INIA La Platina, Dra. Cecilia Peppi. A las candidatas para registro varietal se les hace un manejo de tipo comercial, es decir, se realizan diferentes pruebas agronómicas que permitan generar paquetes tecnológicos que se adecuen a cada variedad que saldrá al mercado. De este modo, los productores tendrán toda la información necesaria para hacer buen manejo gracias a un proceso que se está repitiendo en otras zonas del país. Esta información es valiosa para acortar la brecha de adopción de las variedades nacionales.
En cuanto a los resultados actuales del programa que desarrolla INIA junto al consorcio Biofrutales, con el apoyo de Corfo y tal como lo había anunciado hace unos meses la genetista de INIA, Dra. Paola Barba, Chile avanza a paso firme en la generación de dos nuevas variedades de fruta, las cuales se encuentran en proceso de registro en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). A la reconocida Maylen® se suman las llamadas INIA-G2 e INIA-G3, ambas creadas 100% en el país. La selección INIA-G2 se caracteriza por ser una uva de mesa de racimos cónicos y sueltos, con bayas de color rojo, sin semilla y madurez en media estación. Mientras que la selección INIA-G3 es una uva de mesa de cosecha tardía, con racimos cónicos y sueltos, bayas de un color rojo atractivo sin semilla, de textura firme y sabor moscatel.
Acerca de INIA
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Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl
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