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Producen pan integral de trigo blanco con variedad desarrollada en Chile

Un proyecto que comenzó en La Araucanía -y que busca replicarse en todo el país-, fomenta la producción de pan de grano entero en base a trigo mejorado genéticamente por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

Las altas cifras de consumo de pan en Chile –cerca de 90 kilos al año por habitante-, advierten sobre la importancia de innovar en la producción de panes con mejores estándares nutricionales. Por eso se desarrolla en La Araucanía un proyecto denominado “Implementación de modelo de negocios para producción de pan integral de trigo blanco”.

El objetivo es insertar en el mercado este producto mediante la iniciativa que impulsa Panificadora Egunsenty y el INIA, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura. Asimismo cuenta con el cofinanciamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

Mejoramiento Genético

Según explica el subdirector del INIA, Iván Matus, para producir el pan blanco 100% integral se está utilizando “una variedad de trigo desarrollada en el programa de mejoramiento genético del INIA, con excelentes resultados”.

Tal como ocurre con las semillas de arroz, y la mayoría de las variedades de trigo que se utilizan para hacer pastas, “éstas reúnen características que son importantes para el productor agrícola. Si les entregamos una genética que mejora la cantidad y calidad de su producción, estamos impactando positivamente desde el comienzo”, sostuvo Matus.

Por su parte, la jefa de proyectos de FIA, Gabriela Casanova, explicó que “esta actividad es parte de un proyecto de innovación agraria que fue apoyado por FIA y cuyo objetivo fue articular la cadena trigo, harina y pan entorno a productos de mayor valor, lo que se consiguió con la producción de harina y productos panificables a partir de trigos blancos de alta calidad nutricional, mayor contenido de fibra, dietética y proteínas”.

Innovación Tecnológica

Para el productor panadero de La Araucanía y ejecutor de la iniciativa, Germán Goycochea, el principal desafío es “cambiar los hábitos e introducir este producto en el mercado. Queremos dar el paso de acordar con la Junaeb la distribución –vía concesionaria- del pan blanco 100% integral y que los niños accedan a un mejor producto”.

En la Federación de Panaderos de Chile (Fechipan) aseguran que este proyecto es un aporte en materia de innovación porque “mejora nuestra respuesta hacia los consumidores y también trasunta un bienestar en términos de salud que estamos promoviendo como industria a nivel nacional”, sostuvo el presidente de Fechipan, Marcelo Alonso.

A juicio del investigador del INIA -especialista en calidad del trigo-, Javier Zúñiga, “las variedades de trigo tienen cualidades sorprendentes. La sustitución de la variedad tradicional por una de grano blanco, nos permitió desarrollar panes integrales con atributos nutricionales y características superiores. El hecho que hayan tenido mejor aceptabilidad entre los niños que lo probaron, demuestra el mérito innovador de la idea y es una gran satisfacción para el equipo de trabajo”.

El pan blanco integral aporta un alto valor nutricional, con notable contenido de fibra dietética y con una mayor aceptación por su color y sabor, respecto al pan integral que actualmente se comercializa en Chile.

Una de sus ventajas comparativas es que los panes blancos 100% integrales tienen mejor sabor, textura, olor y color. Expertos aseguran que, por lo mismo, es un alimento mucho más aceptado por los niños. Asimismo, no requieren aditivos para enmascarar el sabor o el color del producto final.

A diferencia del pan tradicional, el pan de grano entero se produce con harina de trigo que –al no entrar en un proceso de refinación- mantiene todas las partes del grano junto con sus minerales, vitaminas, ácidos grasos y toda la fibra dietética que contienen naturalmente el germen y la cáscara del trigo.

 

Prensa INIA. Temuco / Santiago, 17 de julio de 2014.