Expertos de INIA Kampenaike: “Se deben tomar los resguardos necesarios con planes de contingencia para pasar un invierno con mayor carga animal en predios”

Investigadores advierten sobre la importancia de proyectar y planificar un manejo eficaz del recurso forrajero por la sobre carga animal que se prevé, tendrán los ganaderos regionales como consecuencia de la crisis sanitaria que afecta al mundo.

Punta Arenas, abril 2020. Programar alimentación invernal con posible sobrecarga, priorizar igualmente orden de comercialización de bovinos, avanzar en posibilidad de venta de terneros a destete, plan de contingencia en caso de no poder comercializar, son algunos de los resguardos que el investigador de INIA Kampenaike, Raúl Lira, aconseja tomar a los ganaderos regionales para que puedan sobrellevar el invierno venidero y un año que se proyecta comercialmente complejo para todos, a raíz de la pandemia del Covid-19.

“La contingencia sanitaria internacional ha complicado la comercialización de animales, ovinos y quizás afectará especialmente a bovinos, en esta temporada y con seguridad tendrá efectos en un plazo desconocido sobre el mercado nacional, así como en el concierto internacional”, indica Lira.

La preocupación no sólo radica en la obligada retención de animales en los predios, sino en las consecuencias que esto significará para un recurso esencial en una zona como Magallanes donde se practica una ganadería extensiva: el pastizal disponible para forraje. “Aparte de la complicación económica en los flujos del productor, puede tener un efecto detrimental sobre nuestras praderas naturales”, aseveró.

Sin embargo, pese a la contingencia, las favorables condiciones climáticas entre febrero y abril, con una temperatura media de más de 13 grados, el aumento en las precipitaciones y la ausencia de heladas, ha tenido un impacto muy positivo en el recurso forrajero.

“Ha sido un buen periodo, que ha extendido de buena forma el ciclo de crecimiento del pastizal. Ello, junto a las buenas precipitaciones de primavera-verano, que ya venían mostrando un positivo efecto sobre la pradera nativa, permitirán un otoño e inicio de invierno con buena disponibilidad de forraje”, explicó.

Camila Sandoval, médica veterinaria y doctora en fisiología de la reproducción, quien ahora integra el equipo regional de INIA, señala que “en el escenario actual, una de las consecuencias que veo particularmente para el ganado ovino, es el aumento de las gestación de mellizos, ya que este cambio en el clima más cálido durante el mes de abril coincide con el período de pre-encaste”.

Las buenas condiciones climáticas que han derivado en mayor disponibilidad de forraje como describe Lira, generará “que los animales lleguen con mejor condición corporal al encaste, que se realiza usualmente durante el mes de mayo, lo que en ovinos se relaciona con la tasa de ovulación, y podría potencialmente incrementar las gestaciones dobles”, advirtió Sandoval.

Por ende junto con la mayor carga animal en predios que se prevé por la dificultad de comercialización a raíz de la pandemia mundial, se suma que para esta temporada pueda haber un mayor número de nacimientos.

“En ganado ovino se esperaría un aumento de la tasa de ovulación, lo que suele ocurrir cuando se mejora la condición corporal con que las hembras llegan al encaste. El tener una mayor cantidad y/o calidad de alimento en la pradera estaría generando un efecto similar a lo que se conoce en reproducción como flushing, que consiste en suplementar a las hembras durante un período determinado previo al encaste, lo cual está relacionado con un aumento en la tasa de ovulación”, explicó la investigadora.

Planificación es la clave

Ambos expertos han coincidido en que la clave para sobrellevar esta temporada compleja, tiene que ver con la planificación, un manejo eficaz y eficiente de los recursos en el campo y adelantarse a las diferentes situaciones teniendo distintos planes de contingencia.

Raúl Lira recomienda “realizar una presupuestación forrajera, estimar la sobre carga del campo y prepararse para sostenerla en base a contratación de alguna mediería con el exceso de animales, ajustar uso de veranadas/invernadas, uso de forraje conservado o adquisición de alimento suplementario como el pellet Núcleo Punta Arenas de SURALIMᴹᴿ, formulado especialmente para Magallanes, para mejorar el consumo voluntario y digestibilidad de forrajes de baja calidad (coirón)”.

Si bien el investigador reconoce que lo anterior significará un costo importante para los productores, hace hincapié en que “por ello debe planificarse de la mejor forma. Por otro lado, se hace necesario en base a esa planificación, adquirir y almacenar en predio el alimento, antes que el rigor del invierno se haga presente y dificulte el transporte”.

Camila Sandoval indicó que, “una primera sugerencia, que INIA ya ha incorporado en las recomendaciones técnicas para sistemas productivos ovinos, es hacer diagnóstico de gestación por ultrasonido y detectar mediante esta técnica aquellas hembras que estén gestando mellizos”.

Para la investigadora “conocer esa información tempranamente es esencial para la toma de decisiones y gestión de los recursos nutricionales del predio y prepararse para suplementar a las hembras que presentan gestaciones dobles, particularmente durante el último tercio de la preñez”, agregó.

“Como consecuencia, aumentarían las posibilidades de tomar ventaja de la situación actual en lugar de que ello lleve a pérdidas inesperadas para el productor, por causa de un aumento en la mortalidad de corderos, lo que ocurre con mayor frecuencia en partos gemelares sin un sustento alimenticio adecuado”.

Otras recomendaciones para la planificación son: priorizar salida de predio a la hora de comercializar; preparar segunda selección de ovejas de rechazo; programar alimentación invernal con posible sobrecarga: disponibilidad de forraje y adquisición de suplementos; priorizar igualmente orden de comercialización de bovinos: vacas más viejas, novillos más gordo; explorar y avanzar en posibilidad de venta de terneros a destete; si se mantiene problema de comercialización, retrasar bajada de veranadas en la medida de lo posible.

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