Con agricultura bajo plástico se proyecta potencial hortícola de la región
Especialista de INIA analizó potencialidades del cultivo de hortalizas a nivel local en actividad virtual de la Seremi de Agricultura que congregó a un centenar de personas.
Con 40 invernaderos de distintos tamaños, la agricultora del sector Los Parrones, Niria Martínez, sostiene su negocio hortalicero durante la pandemia. Como ella son muchos los pequeños productores que han visto crecer el interés por la producción hortícola local durante la emergencia por el covid-19, una demanda a la que han podido hacer frente por su decisión de trabajar con agricultura protegida, introduciendo invernaderos de distinta tecnología, micro túneles o incorporando sistema de riego y medición de temperatura.
Precisamente, este fue el foco de la charla virtual que dictada por la especialista de INIA, Sigrid Vargas, donde se analizó el “Potencial Hortícola de la Región de Los Lagos”. Organizada por la Seremi de Agricultura, la actividad reunió a un centenar de personas. En la oportunidad, el Seremi de Agricultura, Eduardo Winkler, resaltó las buenas perspectivas que tiene el cultivo de hortalizas en el territorio.
“Una hortaliza bien manejada, con buenos invernaderos y sistemas de riego como el que tienen la señora Niria Martínez, permite que la actividad se desarrolle y llegue a un nivel de producción alto, en tiempos de pandemia como el que vivimos son productos que se han valorizado tremendamente”, sostuvo la autoridad del agro.
Al respecto, la especialista Sigrid Vargas, sostuvo que la Región de Los Lagos tiene un gran potencial para el cultivo de hortalizas si logra superar algunas brechas “principalmente romper con la estacionalidad productiva, suplir la falta de diversidad de especies y variedades y, aumentar el conocimiento y tecnología generada en la región para este rubro”.
En esa línea, agregó, que entre los principales desafíos a nivel local figura el “desarrollar sistemas productivos que consideren la agricultura protegida, validar genotipos y variedades con resistencia al frío e introducir tecnologías que permitan un uso eficiente del recurso hídrico, control de malezas y un proceso sostenible, que es la mirada que exigen los mercados por productos inocuos y saludables”.