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Experto español expondrá alcances de norma europea sobre inspección de maquinaria

Cada vez existe en nuestro país una mayor sensibilización respecto a la idea de normar protocolos de inspección de equipos de aplicación de plaguicidas. En Chile la reducción de plaguicidas es un énfasis que forma parte de los lineamientos estratégicos del Ministerio de Agricultura. Pero, no existe una política asociada a certificación de la maquinaria agrícola. De ahí que es interés del INIA conocer los alcances que ha tenido en Europa este tema ya que en 2012 oficializó mediante Real Decreto 1702/2011 un Manual de inspección de equipos de aplicación de fitosanitarios en uso. 

El seminario sobre “Equipos de aplicación para la reducción de plaguicidas y la obligatoriedad de la inspección y certificación de equipos en Europa” tratará estos temas el 2 de abril en seminario internacional.

El Dr. Emilio Gil Moya, de la Universidad de Cataluña estará en nuestro país dictando dos charlas: “Estrategia europea para la reducción de plaguicidas. Maquinaria apropiada de aplicación” y “Normativa europea sobre la inspección y certificación de equipos pulverizadores”. Ello en el marco del seminario, “Equipos de aplicación para la reducción de plaguicidas y la obligatoriedad de la inspección y certificación de equipos en Europa”, que se realizará el 2 de abril en Los Andes (ver programa), 1 de abril en Ovalle y 4 de abril en Buin.

El Dr. Gil es el coordinador del “Manual de inspección de equipos de aplicación de fitosanitarios en uso” que comenzó a regir en 2012 con carácter de obligatorio en Europa y además es miembro de la Comisión Europea de Inspección de Equipos.

El doctor Gil, será el plato fuerte de este seminario internacional al cual se espera asistan autoridades, agricultores, asesores, operarios, empresas agroquímicas y púbico en general.

Europa desde el 2012 cuenta con un  “Manual de inspecciones”,  el cual busca entregar un ordenamiento jurídico que deja establecido el procedimiento de inspección a seguir para los  equipos de aplicación. También regula su periodicidad, dónde debe realizarse, con qué personal y qué formación debe tener el operador.

Jorge Riquelme, experto en maquinaria agrícola del INIA afirma que los productores de los países de Europa tienen que cumplir con esta norma para poder comercializar la fruta en su país. No es un manual pensado en el proceso exportador sino cómo se debe manejar los equipos en el propio país.  “La tendencia del productor es a preocuparse de qué nos van a exigir para exportar y no nos preocupamos de la salud de las personas ni mucho menos del medioambiente”. En Europa es un reglamento que se aplica a todos los productos y por ende, ellos exigen a los países que producen que cumplan con esa normativa”, afirma el Dr. Riquelme

Este marco regulatorio lo rige la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo mediante el Real decreto 1702/2011, de 18 de noviembre en lo que afecta a la inspección de estos equipos y se estableció para un uso sostenible de los plaguicidas.

En lo referente a inspección de equipos en uso el documento dice textualmente:  “Los Estados miembros velarán porque los equipos de aplicación de plaguicidas para uso profesional sean objeto de inspecciones periódicas. El intervalo entre las inspecciones no será superior a cinco años hasta 2020 ni a tres años a partir de esa fecha”. Más adelante dice, “a más tardar el 14 de diciembre de 2016, los Estados Miembros velarán porque los equipos de aplicación de plaguicidas se inspeccionen como mínimo una vez. Transcurrido dicho período, solamente podrán utilizarse para fines profesionales los equipos de aplicación de plaguicidas que hayan pasado con éxito la inspección”.

Los equipos nuevos deberán inspeccionarse como mínimo una vez dentro de un plazo de 5 años después de su compra.

Sobre formación de  inspectores

 

El aspecto de la formación de inspectores también se incluye en esta norma.

La experiencia llevada a cabo en España y en otros países de Europa demostró claramente que para la puesta en marcha de un programa obligatorio de inspecciones de equipos era necesario crear un curso que tuviera como objetivo la mejora del nivel de conocimientos y la formación del usuario final de los equipos. Ellos vieron que los  beneficios del procedimiento de inspección se ven multiplicados si se incorporan en el proceso aspectos formativos.

 El Dr. Jorge Riquelme coincide en la importancia que tiene un curso para formación de inspectores que inspeccionan equipos. “Debe ir acompañado de una capacitación donde todos los usuarios profesionales, distribuidores y asesores tengan acceso a una formación apropiada impartida por entidades competentes, englobando tanto la formación inicial como la complementaria a fin de adquirir y actualizar conocimientos según proceda”.

La invitación cursada a Emilio Gil implica también la necesidad de avanzar en nuestro país hacia un modelo similar que tienda a la obligatoriedad de la inspección y certificación de equipos. “Somos miembros de la OCDE y tenemos que cumplir con este requisito y lo relacionado con la diminución de plaguicidas. Recordemos que anualmente en nuestro país se ocupan y aplican alrededor de 50 mil toneladas de agroquímicos a la agricultura”. Este ordenamiento, enfatizó el Dr. Riquelme, es una manera eficaz de reducir plaguicidas utilizando los equipos apropiados y en correctas condiciones. “Si estos equipos mientras trabajan están eliminando producto eso significa un mayor consumo de plaguicidas ya que ni siquiera va a llegar a los puntos donde se desea”. Qué ocurre  si falla el ventilador del pulverizador, se pregunta el investigador. “El equipo no es capaz de empujar los plaguicidas al árbol, perdiéndose a través de la deriva”. Cuál es el resultado?, Los productos quedan pulverizados en el ambiente y la corriente de aire los traslada a lugares no deseados.

La formación del operador es clave, dice el experto. “Tiene que estar capacitado para que no realice una aplicación con un viento superior a 6,5 kilómetros por hora. Si no sabe cómo medir ni observar este dato, va a realizar una aplicación inadecuada y nuevamente la nube tóxica va a quedar a libre albedrío dejando que el viento la  traslade hacia donde la está  la corriente de viento”.

Recordemos que nuestro país cuenta con varios casos donde se ha detectado y denunciado aplicaciones con efectos negativos sobre la salud humana y el medioambiente. También se ha detectado  fruta superando los Límites Máximos de Residuos (LMRs) o presentando residuos químicos no prescritos para determinadas variedades de frutales.

Contar con la información técnica correcta constituye una tranquilidad para el agricultor y lo hace socialmente responsable toda vez que en su huerto eventualmente podría contar con un equipo seguro, inspeccionado, certificado donde la persona que está haciendo la aplicación está capacitada para prevenir eventuales efectos negativos sobre la salud humana y el medio ambiente.

Qué reporta la experiencia chilena

 

El Ministerio de Agricultura dio el primer paso financiando el proyecto  Desarrollo de Estrategias de manejo fitosanitario para frutales de exportación tendientes a reducir el uso de plaguicidas. En el contexto de esta iniciativa y producto de la motivación de un grupo de productores de uva de mesa en el Valle del Aconcagua, el 2012 se puso en marcha un plan piloto de inspección voluntaria de equipos de aplicación.

Esta iniciativa demostró que se puede conseguir un ahorro mínimo de hasta un 30% sólo sobre la base del uso correcto de los equipos pulverizadores que se emplean para la aplicación de plaguicidas.

La interrogante que cabe hacerse entonces es, ¿se puede implementar en nuestro país un manual de inspección de aplicación de fitosanitarios?, ¿que falta por parte de la administración pública del agro para oficializar normas técnicas y reglamentaciones que garanticen un uso más seguro y sostenible de los fitosanitarios?, ¿Cuál es la postura del Ministerio de Agricultura frente a la eventual oficialización de un protocolo de inspección obligatoria?.

El Ministerio de Agricultura ha puesto el énfasis en la reducción de plaguicidas y en la definición de criterios técnicos y mecanismos que ofrezcan las máximas garantías sobre la salud de las personas, operarios y el medioambiente.

Programa Seminario La Cruz – 2 de abril 2013