INIA genera beneficio económico por más de US$10 millones gracias a sus variedades de trigo
Estudio de la Unidad de Planificación, Seguimiento y Evaluación de INIA muestra inédito análisis de la incidencia que las variedades de INIA generaron en el sector triguero del país, en el período 1997-2012, especialmente en lo que se refiere rendimientos y consumo.
Un beneficio económico para el país de más de 10 millones de dólares ha generado el Programa de Mejoramiento Genético de Trigo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), de acuerdo a un reciente estudio publicado por esta entidad.
En 40 páginas el Boletín “Evaluación de Impacto del Mejoramiento Genético de Trigo del INIA, período 1997-2012”, reúne estadísticas productivas y de stock dando a conocer aspectos tan significativos como el hecho de que en 15 años la superficie de trigo en Chile disminuyó en un 34%, pero que al mismo 
tiempo incrementó sus rendimientos en un 33%. Estas cifras, en parte, son reflejo del trabajo del programa de mejoramiento de INIA, que periódicamente ha puesto disposición de los productores del país, variedades pensadas en tener los mejores rendimientos y calidades para cada zona productora nacional.
Entre los aspectos que más destaca el boletín están los relativos al consumo. En tal sentido, se establece que, en el período de análisis, los chilenos consumieron en promedio 127 kilogramos de trigo per cápita, de los cuales 96 kilógramos fueron en forma de pan (segundo lugar en el mundo), y 8,4 kilógramos como pastas (noveno lugar mundial).
Desde otro punto de vista, se logra establecer que el programa de mejoramiento genético de trigo de INIA ha generado beneficios económicos para Chile que se calculan por sobre los 10 millones de dólares, destacándose que por cada dólar invertido en la generación de variedades, el INIA ha retornado casi 3 veces ese valor a la sociedad, entregando mayor independencia al país de la genética extranjera.
Los autores de este Boletín, María Carolina de La Fuente y Jorge González, ambos ingenieros agrónomos de INIA y Máster en Economía Agraria, utilizaron información emanada de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias ODEPA, el Instituto Nacional de Estadísticas INE, el Banco Central, y la Comercializadora de Trigo S.A. COTRISA, principalmente. El estudio se complementó con entrevistas a informantes calificados del sector, especialmente en lo relativo a los cambios tecnológicos acaecidos en el período de análisis.
Ambos investigadores indicaron que este Boletín (que lleva el número 319 de la colección INIA) tiene por finalidad “entregar evidencia sólida de los impactos generados por el Programa de Mejoramiento Genético de Trigo del INIA en la sociedad durante los últimos 15 años, de los cuales se tiene una percepción, pero que no ha sido validada por medio de la estimación empírica de los resultados”.
El aporte de INIA en la generación de variedades
Sobre el particular, el Subdirector Nacional de Investigación y Desarrollo de INIA, Iván Matus, estableció que INIA “es líder en la generación y transferencia de conocimiento y tecnología objetiva e imparcial, para producir innovación e incrementar la competitividad del sector agroalimentario nacional, de manera sustentable, inclusiva y amigable con el medioambiente”. Agregó que en sus 52 años de historia, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias ha aportado más de 270 variedades chilenas de cultivos, frutales, hortalizas y forrajeras. En el caso de los trigos, Matus subrayó que las variedades INIA cubren prácticamente el 100% de la superficie sembrada con trigo candeal del país y el 65% de la superficie destinada a trigos harineros o también llamados panaderos.
Al referirse al impacto que la generación de variedades significa para el país, Matus sostuvo que «cuando se invierte en obras de infraestructura como caminos o puentes, aún cuando son muy necesarias, esos activos comienzan inmediatamente a depreciarse, en cambio las inversiones en ciencia y tecnología, a pesar del paso del tiempo, pueden seguir arrojando resultados positivos».
Consultado por el origen de este estudio, el directivo nacional indicó que obedece a la creación, en el año 2013, del Área de Evaluación de Impacto de INIA, con el objetivo de «determinar la incidencia de los 
resultados de la investigación y la transferencia tecnológica que desarrolla el Instituto en cuanto a innovación de los sistemas y cadenas productivas». Agregó que “la elaboración de un trabajo como éste permite tener un primer acercamiento formal con la evaluación de impacto y dar el contexto necesario para seguir evaluando el desempeño y aporte del INIA a través de la investigación, desarrollo, extensión, difusión y transferencia de tecnología a la agricultura del país”.
Matus recalcó finalmente que el objetivo “es continuar y ampliar la experiencia y conocimiento obtenidos, logrando un flujo constante de información y evaluaciones de impacto en todos los rubros posibles, de modo de contribuir crecientemente a un desarrollo sustentable del sector agroalimentario en Chile y la región”.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país.
Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl
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